Para vos, Cabandié

Dicen que 49 privilegiados viajaron en un charter VIP fletado por Aerolíneas Argentinas a Montevideo para presenciar el partido de fútbol que enfrentó a la selección de Uruguay y la Argentina. Dicen que uno de los pasajeros fue Juan Cabandié; mejor dicho no lo dicen, lo dice él mismo y se asigna el calificativo de “pasajero común y corriente”; supongo que como esos cientos que cada tanto quedan varados en espera de un vuelo de Aerolíneas en algún remoto aeropuerto. Dicen que pagaron sus pasajes, pero también dicen que el precio no fue ni mucho menos el oficial, el “común y corriente”.  Juan Cabandié escribe otro capítulo de la negra historia de los vuelos políticos argentinos sobre el Río de la PlataDicen que además de Cabandié, Recalde, Facundo Moyano, militantes de la juventud kirchnerista y destacados miembros de la Cámpora, entre otros, conformaban el patrio pasaje de vuelo.

Dicen que se fletó un Boeing 737-700 que partió de Aeroparque por la tarde y estuvo en espera más de siete horas en el aeropuerto de Carrasco. Dicen que al volver, Cabandié y el resto prefirió regresar en otro vuelo, el 1961, para volar junto a los jugadores de la selección y estar con Maradona.

Dicen incluso que se subieron fotos al Facebook en las que los el plantel de “comunes y corrientes” pasajeros, aparecía celebrando con los jugadores en el vuelo de regreso: hasta dicen que tras estallar el escándalo, los teléfonos echaron humo dando órdenes de retirar “las pruebas”.

Juan Cabandié es legislador kirchnerista. Nació el 20 de marzo de 1978 en la ESMA. Es el nieto recuperado nº 77 de las Abuelas de Mayo. Su madre, Alicia Alfonsín, le dio a luz en aquel terrible lugar, tras haber sido secuestrada por las fuerzas armadas de la dictadura. Es una de las miles de personas desaparecidas o muertas.

Ayer Juan Cabandié, mientras supuestamente daba explicaciones, lanzó la posible autoría de una encerrona de “los gallegos” en el tema de este lamentable vuelo. En concreto, dijo esto: “Acá nos están cobrando el hecho de haber nacionalizado Aerolíneas Argentinas. El día que nacionalicemos YPF van a decir que desayunamos nafta".

Señor Cabandié: creo recordar haber leído unas palabras suyas que hablaban del peligro y el daño de la “mentalidad colonialista”, no persista usted en ella. Ciertamente que nosotros, los españoles, les colonizamos. Creo que tenemos históricamente muchas deudas con ustedes: no sólo las de un perdón por aquel lado oscuro y terrible de la colonización, sino a fecha de hoy, las de cumplir con una actitud y un pensamiento hacia ustedes de igualdad y respeto.

Creo recordar también, señor Cabandié, haber visto fotos del general Jorge Rafael Videla celebrando los goles del mundial, justamente el del  78; se le puede ver en fotos abrazando a futbolistas y celebrando los goles de la selección argentina mientras gente como su propia madre, desaparecía a cientos.

Creo no equivocarme al afirmar que en su país, mucha gente no puede darse el lujo de viajar en vuelos VIP, o seguir a la selección al extranjero. Si me apura creo que algunos, - no pocos por cierto - no tienen ni dónde reclamar que alimentarse, tener salud o ir a la escuela, es un derecho.

Creo por último no errar tampoco, si le digo a usted que con sus palabras y lo que es más grave aún con su actitud, que trasluce su pensamiento, ayer mostró usted la peor hilacha de superioridad, desprecio y semi-autoritarismo; no hacia los españoles, eso en el fondo es lo de menos, sino hacia sus compatriotas.

A esos millones de argentinos que usted en su blog, les dice esto, yo apelo:

“Soy Juan, nací en la ESMA en marzo del 78, lugar donde mi mamá y yo compartimos sólo 20 días. Viví casi 26 años con un nombre que no era propio y creyendo que mis padres eran un policía y su mujer. Gracias a la ayuda de Abuelas, supe que era hijo de desaparecidos. Damián, mi papá, tenía 19 cuando fue secuestrado. Alicia, mi mamá, tenía16 y estaba embarazada de cinco meses.

Así es mi historia, la que despertó el deseo de involucrarme, porque no podemos dejar que se pierdan dos generaciones, la de nuestros viejos y la nuestra, donde el individualismo nos alejó de ser protagonistas”.


Señor Cabandié: medite usted, mucho tiempo y en silencio, acerca de varias cosas; para empezar sobre el “protagonismo” y el “individualismo”. No haga, haciendo gala y abuso de ellos, que se pierda su generación. Por desgracia la pérdida de la de su madre ya no tiene remedio.