No por mucho 'callar' amanece más temprano

No ha dejado de sorprenderme durante todos estos días, la incontenible “verborrea” de la Presidenta Cristina Fernández ante los errores, defectos, imprudencias y torpezas de países tipo potencia, economistas varios, políticos e instituciones del mundo “mundial”. Guido Antonini Wilson, en el ojo de la tormentaEn contraposición, pero con la misma sorpresa, ando cuestionándome el absoluto “silencio” que la misma persona, es decir la Presidenta, mantiene ante el fenomenal embrollo de las “valijas” y Antonini Wilson. Si, ya sé que este problema no tiene música de jazz y no se expande del “centro a los extremos”, pero seamos honestos, es tan gordo, que algo habría que decir si uno tiene un cargo electo y oficial.

La señora Fernández no ha hablado del tema en absoluto, y los funcionarios “encargados” quizás, de trasmitir a la opinión pública sus declaraciones silenciosas, no han hecho otra cosa que escurrir el bulto y echar balones fuera. O sea, más o menos como los economistas “neocom” ¿no?, esos tan criticados por la propia Presidenta: Genero una bomba tóxica, infecto a ritmo de jazz (o de  tango, da igual) y que venga también el “papa estado” yanqui a solucionarme el problemón.

Seamos francos… el problema es propio y habrá que asumirlo a no mucho más tardar. Así debería ser al menos.

Guido Antonini Wilson no ingresó en Argentina en un vuelo comercial.

Guido Antonini Wilson fue liberado por autoridades argentinas y por eso se le califica por parte de la administración ahora como “delincuente prófugo”

Una maleta fue revisada, dicen que había otras, de esas no se sabe nada… algo falla en las aduanas ¿no? Y por supuesto en las zonas libres de filtros aduaneros algo “falla” también.

Guido Antonini Wilson podría traficar con dinero “negro”, de acuerdo. Pero hay que aclarar porqué lo hizo a través de un avión rentado por el gobierno y con funcionarios argentinos dentro.

Julio de Vido es el canciller “de facto” con Venezuela, y Uberti el encargado de las cuestiones de dinero con Caracas. Si alguno, con conocimiento del gobierno o no, se “extralimitó” y no ha respetado legalidades o mecanismos institucionales varios, debe verificarse, comunicarse públicamente y tomarse todas las medidas oportunas contra el o los responsables

Guido Antonini Wilson habla, dice cosas. Podrán ser ciertas o no, pero las dice él, y no el gobierno de Estados Unidos. No me vale la actitud mantenida hasta la fecha, de conspiraciones varias, ni de interpretar o querer que los demás interpretemos que lo que dice Wilson lo está diciendo en vez de él un perverso “Jorge Bush” al cual la señora Presidenta pareciera que fuera al único que replicara. No… no nos pasemos tanto de “listos” así porque sí.

El gobierno y por ende la señora Presidenta tenía que haber tomado “cartas” en el asunto como Dios manda:

1.- Relevando de sus cargos a cualquier funcionario implicado o presuntamente implicado.

2.- Comunicando a la opinión pública que se iniciaba una investigación seria para aclarar lo ocurrido.

3.- Por supuesto tomando el asunto como algo que de verdad concierne al propio país, y en el que por lo tanto,  la ley y la justicia tiene campo propio para esclarecerlo y resolverlo con toda la transparencia y firmeza que sea necesaria. Le cueste el puesto al final,  a quien le cueste.

En resumen: El silencio ante los problemas de uno no los resuelve, y desde luego, el exceso de verborrea ante los problemas de otros, tampoco logrará ocultar los propios.