
Los hechos, nos guste o no, son los que son: El avión siniestrado se estrelló, los pasajeros murieron o están heridos, el operativo de salvamento y atención funcionó a la perfección, las familias afectadas están rotas y la investigación se ha puesto en marcha.
Los sentimientos no son tan fáciles de resumir, de enumerar: Incertidumbre, angustia, dolor, rabia, desesperación, responsabilidad, valentía, generosidad, tristeza, aceptación. Los sentimientos son en esos momentos casi inmanejables, diversos, confusos, cambiantes. Los psicólogos ayudan como pueden a los familiares de las víctimas, las autoridades tratan de humanizar sus figuras y estar de cuerpo presente junto al dolor, la compañía aérea maneja cifras, datos, indemnizaciones, argumentos, silencios
La lista de pensamientos y preguntas, para finalizar, es extensa y debe ser respondida, punto a punto, con diligencia y veracidad.
Revisando los primeros videos, las grabaciones, las fotos del momento, se han argumentado distintas causas: un fallo en el sistema de ventilación, - que dicen se aisló y solucionó-, la explosión de un motor, - que dicen no es motivo suficiente, si es el único para que el avión se estrellara -, una combinación de varios factores, - que de conjuntarse dañaron elementos indispensables del avión que aseguran su gobernabilidad y control -, un posible fallo humano, - también parece que el piloto apuró hasta el límite la pista -, falta de mantenimiento y seguridad en el avión, - dejando así abierta la puerta a una grave irresponsabilidad por parte de la aerolínea Spanair- . La respuesta llegará, y debe llegar con diligencia y absoluta veracidad.
Debemos por un lado estar tranquilos. Me explico, el transporte aéreo, - sólo hace falta mirar cifras y estadísticas -, sigue siendo el más seguro de los métodos de transporte. Miles de vuelos diarios, millones de pasajeros volando en el aire, despegues, aterrizajes, aeropuertos llenos de gente. Son hechos irrefutables, la seguridad suele ser a tenor de las cifras, superior al resto de sistemas de transporte, pero como todo en la vida humana nunca será cien por cien infalible.
Por otro, debemos ser exigentes, llegar hasta el final. En momentos donde en todo el mundo, el transporte y las compañías aéreas están inmersas en altos costos por la subida imparable del petróleo, por la no rentabilidad de muchas rutas, por expedientes de regulación y ajuste de personal (Spanair, Lufthansa), fusiones para hacerse fuertes y sobrevivir (British Airways e Iberia), compras, ventas, debates sobre ineficacias en la gestión, deudas, posibles quiebras, reestatización (Aerolíneas, Alitalia), la posibilidad que los costos, los beneficios, la rentabilidad pudiera poder en peligro la seguridad de los pasajeros es una posibilidad suicida, una hipótesis que de ser cierta, debe ser atajada y solucionada cueste lo que cueste.
Medios, prensa escrita, televisiones deben ser en esto último, especialmente cuidadosos. No deben dejar callar información que resulte ser cierta, pero no deben airear para vender más, para tener mayores audiencias -, hipótesis, datos, opiniones, que de no veraces, preocupan y atemorizan terroríficamente a todos los que volamos en avión. Compañías aéreas, directivos, sindicatos de trabajadores, y finalmente las autoridades responsables de la aeronavegación deben aunar esfuerzos, transparencia y la máxima honestidad para asegurar que la seguridad e integridad de los pasajeros, es el primer y último fin a cumplir.
Finalmente, aprendamos todo lo que se pueda y para el futuro, de tragedias como estas, esporádicas es cierto, pero que ocurren. Demos excelencia, perfección y modernidad al transporte de pasajeros.
En el aire, por tierra, o por mar en cualquier lugar, por cualquier medio, eso nos debe dar igual.
La dirección de Iruya.com da la bienvenida a nuestra nueva columnista Isabel Rubio y desea celebrar con todos los usuarios y visitantes la publicación de su primer artículo. Con Ñ de España acogerá periódicamente una visión de actualidad de este país, especialmente elaborada por Isabel para nuestros lectores de Salta y del mundo.
Isabel Rubio es madrileña, licenciada en Ciencias Políticas, y con experiencia profesional en áreas como marketing, Internet y las redes sociales. Tiene 43 años y está unida a la Argentina por tres años de residencia en Buenos Aires. Es colaboradora de Iruya.com desde agosto del 2008.