
Este aspecto se tiene en cuenta hasta en los más mínimos detalles como el lustre justo que le darán a las butacas y en la paleta de color general: "El terciopelo original del telón era más tostado, más ladrillo, no era granate como se puso con el efecto del tiempo y de las quemaduras con naftalina", explica el arquitecto Alvaro Arrese, director general de infraestructura. "En la sala, después de sacar capas y capas de pintura de malas intervenciones, y telas tapadas, reaparecieron los colores originales: sanguina, salmones, turquesas, celestes, amarillos rosáceos, verdes, una paleta más floral, más alta que la actual, coincidente con el art nouveau que en la época se usaba en materia de decoración y que incluso figura en las crónicas." Arrese añade que las butacas, rellenas originalmente con crin de caballo, "trabajan como cajas acústicas con las bajas frecuencias, y es lo que hace que los chelos suenen como en ninguna otra parte del mundo, y que a esto también se debe la estrechez de las paredes laterales del escenario, tan discutida. El terciopelo de lana de las butacas, permeable e ignífugo, volverá a los 900 gramos por metro cuadrado (ahora es de algodón de 400 gramos, altamente combustible). También llegamos a un acuerdo con el asesor de incendios para que las telas de algodón que están en los cierres y pasos sean cambiadas por cortinas ignífugas, en lugar de puertas placa, que harían perder toda la acústica original, valor supremo de la sala".
Ahora comparemos con el tipo de cuidado a que nos tienen acostumbrados las personas que se presentan como especialistas en la Provincia de Salta, pagados con fondos públicos.
¿Qué se hizo en Salta con el antiguo convento de los Mercedarios?
Pocos escenarios históricos tienen tanta importancia en Salta como los sucesos de las guerras de la Independencia. En aquellos tiempos en la esquina de Caseros y 20 de Febrero había una plazoleta parecida a la que hoy disfrutamos frente al Convento de San Bernardo, en la Caseros y Santa Fe. Esta Plazoleta daba acceso a la iglesia de La Merced que, por encontrarse la iglesia matriz en ruinas, funcionaba en esos tiempos como la iglesia principal de la ciudad. Ingresando al templo y a la derecha de la nave central, como casi en todas las iglesias católicas, la iglesia tenía una puerta por la cual nos podíamos conectar con un claustro lateral que a su vez se unía por zaguanes con otros dos patios que habían sido el convento de los frailes mercedarios. Uno de ellos tenía el característico sótano para bodega y depósito del cual, se abría un acceso tapiado que generaciones de alumnos atribuyeron a los túneles que recorrían la ciudad uniendo los conventos. Estos tres patios fueron el segundo, tercer y cuarto patio de la escuela Benjamín Zorrilla recientemente demolidos. Desde mediados del s.XIX había sido el Colegio Nacional de Salta. El resto de la manzana era por supuesto el camposanto principal de la ciudad hasta 1823 en que se abre el actual cementerio de la Santa Cruz. Quedaba en propiedad del Estado un fragmento importante de ese Camposanto sobre el cual se han construido instalaciones de la escuela nueva.
Lo extraño es que quienes en 2001 propusieron demoler dos de los patios claustrales y construir sobre el cementerio del sXVIII y comienzos del XIX, enterratorio en donde están entre otros muchos de quienes lucharon por la libertad americana, no fueron descuidados ingenieros sin cultura histórica, fue el propio Departamento de Preservación Arquitectónica y Urbanística de Salta.
¿Por qué tanto contraste? ¿Por qué el Colón merece todo el tiempo, todo el dinero y la concurrencia de expertos internacionales y en Salta tesoros históricos son demolidos sin pena ni gloria por las mismas personas que deberían protegerlos? ¿Será realmente que a la población de Salta no le interesa el pasado? ¿Cómo podemos tener funcionarios tan irresponsables e impunes? ¿Si esto hacen nuestros supuestos expertos, qué se le puede exigir a otros funcionarios? Por suerte por sentido común la mayoría no hace estos disparates.
Solamente un grupo de profesores de la escuela nocturna que funcionaba en el establecimiento, encabezados por el profesor Risso Patrón presentaron un recurso de amparo a la Justicia contra el Ministerio de Educación, recurso heroico que por supuesto fue rechazado. Un buen tema para reflexionar. Hay otra magnífica escuela pública frente a la Iglesia de La Viña que es también muy antigua y que probablemente ya no cumpla sus funciones como escuela primaria. ¿Seremos tan bárbaros de demolerla? ¿Qué opinarían los expertos italianos si vieran lo que hacemos con el patrimonio arquitectónico en Salta?
(*) Arquitecta especializada en patrimonio arquitectónico y escritora.