
De ser sincera la postura del señor Báez Nunes -y no hay motivos para dudarlo- muy pronto, los salteños que deseen conducir un vehículo que requiera licencia administrativa, deberán estudiar y someterse a pruebas rigurosas que acrediten, no sólo que son capaces de poner en marcha y frenar un vehículo, sino que conocen al detalle las normas que organizan la circulación vial en nuestro país.
Pero la creencia popular de que obtener el carnet de conducir siempre ha sido un "trámite fácil", no pasa de ser un mito.
En algunos municipios -concretamente en Cerrillos- uno se puede enfrentar a situaciones como la que le tocó vivir a un vecino de la localidad, que debía manejar hasta Buenos Aires un pesado camión de propiedad de un paisano y para ello necesitaba que la Municipalidad local le expidiera el correspondiente carnet.
Esto sucedió hace unos cuantos años y se trata de un diálogo absolutamente real y verdadero. Y si bien es posible que con el paso de los años las cosas hayan cambiado en Cerrillos, nada anima a pensar de que lo hayan hecho en la dirección correcta.
Aquel vecinó se acercó al mostrador municipal en torno a las diez de la mañana, argumentando al empleado de turno que debía emprender viaje a las cinco de la tarde y que, por lo tanto, le era imprescindible contar con su carnet de conducir, de forma más bien urgente.
El amable empleado le preguntó sonriente:
- ¿Y para cuándo lo querría?
- ¿Podría ser para las 12?, le repreguntó el vecino.
- ¿Para las 12 de hoy?
- Y... sí, dijo tímidamente el vecino.
- ¡Uhhh! ¡Nooo! ¿Para las 12? ¡Olvídese! Para las 12 imposible, imposible..., dijo el empleado municipal, que había perdido ya su sonrisa.
- Bueno. ¿Y para cuándo me lo podrías tener?, insistió el vecino.
- Y... Para las 12 y cuarto, remató el empleado.
Tampoco era cuestión de que aquel vecino imprevisor se llevara un carnet para manejar camiones de una forma tan fácil. Alguna dificultad había que ponerle. Había que hacerlo, por lo menos, volver.
Deseamos que en el futuro, sea a las 12, a las 12 y cuarto, o a las y cinco, lo importante para obtener el carnet no sea el pago de la tasa ni la perfección de plastificado, sino un examen riguroso, reglado, previsible y exhaustivo, que acredite que quien conduce es un sujeto responsable y que conoce las reglas del medio en que se desenvuelve.
De lo que se trata aquí es de salvar vidas, y en este empeño ningún esfuerzo es vano y ningún requisito es sobreabundante o superfluo.