
Como si el 29% de los últimos doce meses no fuera suficiente, el líder de la Cámara de Comercio e Industria de Salta (que, dicho sea de paso, está disconforme con la decisión oficial de suspender las elecciones internas de esta asociación), señor Daniel Zózzoli, advirtió a los consumidores que la enésima ola de aumentos de precios está próxima.
Desde su punto de vista, los comerciantes no son formadores de precios sino meros transmisores de decisiones que toman otros.
Puesto a buscar responsabilidades por lo que se viene, el señor Zózzoli mencionó los incrementos de las tarifas de luz para medianos y grandes consumidores (que impactarían en un 10% en el costo de comercios e industrias), la reciente suba del salario mínimo vital y móvil (que obligará a una recomposición salarial) y, créase o no la baja del mínimo no imponible.
De ser ciertas las aseveraciones del gremialista empresario que prometen negociaciones salariales locales para absorber los efectos del nuevo salario mínimo, los sindicatos salteños y los trabajadores deberían sentirse medianamente contentos.
Pero nadie que conozca la historia de las relaciones laborales en Salta puede tomar al pié de la letra aquellas especulaciones del señor Zózzoli que suenan mas bien a argumentos para hacer mas digerible los daños de la escalada inflacionaria.
Algunas de estas explicaciones han sido recogidas por el Presidente de la centralista Federación Argentina de Profesionales de Ciencias Económicas, señor Jorge Paganetti.