El Estado podría hacerse cargo de Aguas de Salta

Ante la creciente posibilidad de que Aguas de Salta deje de operar en la Provincia, la ministra de Trabajo Nora Giménez trató de transmitir tranquilidad a los empleados y anunció que ante el eventual retiro de la empresa, se garantizará que “la gente no se quede en la calle”. Nora Giménez, ministra de Trabajo de SaltaUna fuerte versión indica que Aguas de Salta hizo llegar a la Unidad de Revisión y Renegociación de los Contratos, Licencias, Autorizaciones y Permisos otorgados por el Estado Provincial (UNIREN), una carta amenazando con retirarse de la Provincia. En tanto, el Concejo Deliberante se mostró a favor de la reestatización de la provisión de agua potable en  la provincia. Los concejales fundamentaron su postura en el incumplimiento de Aguas de Salta con los requisitos de calidad en los servicios, en las inversiones y en el adecuado tratamiento de líquidos cloacales.

Con el informe de gestión de la UNIREN que será presentado el próximo jueves 10 de julio a horas 11 horas en el Centro de Convenciones del Grand Bourg, la concesión de la empresa Aguas de Salta podría acercarse a su fin.

Por su parte, según informó la agencia DDN, el vicegobernador Zottos se mostró categórico sobre el posible retiro de la empresa: “No puede ser que la provincia se encargue de hacer obras y que ellos solamente se lleven las ganancias. Hay que garantizar el servicio de agua y las obras que hacen falta”, sentenció Zottos.   

En el informe de la UNIREN se hará un repaso de lo que fueron los 180 días de gestión en el cual se revisaron 17 contratos bajo la premisa de resguardar los intereses del Estado, de los usuarios, consumidores y de la población en general.

Con respecto a Aguas de Salta, en la revisión de la concesión el gobierno pretendía participar de las acciones de la empresa, pero las negociaciones se trabaron porque el Gobierno se proponía capitalizar la falta de inversión de la empresa y los recursos económicos que el Estado se vio obligado a destinar a obras vinculadas con la prestación del servicio, y que representan el doble de lo acordado en el contrato; mientras los accionistas de la concesionaria reclamaban la inversión en la compra de acciones. Debido a estos intereses contrarios, la empresa cortó el diálogo con UNIREN.

La semana pasada después que el Ente Regulador aplicara multas a la cuestionada concesionaria por más de 30 mil pesos, el titular de ese organismo Federico Posadas, admitió que el contrato a Aguas de Salta podría ser rescindido a causa de los reiterados incumplimientos de la empresa.