
Desde 2003, cuando se sancionó la Ley 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, que convierte a los coleccionistas en meros depositarios de sus bienes, la relación de los privados con los museos e instituciones públicas comenzó a deteriorarse.
{sidebar id=9}A partir de esta ley, los coleccionistas son meros tenedores de sus obras y no pueden ejercer el dominio sobre la propiedad privada, dicen los directivos del Pajcha, notable museo privado de arte americano abierto en la Ciudad de Salta.
De este modo, los dueños de estos bienes los ocultan o lo sacan del país y, es obvio, no los prestan para su investigación o exposición ni tampoco los donan. «La ley ni siquiera menciona a las comunidades indígenas, dice que se deben cuidar los yacimientos arqueológicos y paleontológicos, pero no crea recursos y, lo que es peor, deja toda la responsabilidad en manos del Estado, ya que el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, un ente público dependiente de la Secretaría de Cultura e integrado por arqueólogos, se convirtió en la autoridad máxima de aplicación.
Esto es muy grave -insisten los coleccionistas-, es el único caso en el mundo en que este patrimonio está en manos de una corporación de los arqueólogos. La depredación de los sitios arqueológicos continúa, ya que nadie los cuida ni hay recurso para ello. A pesar de la ley y de los funcionarios que viven de 'discursear', las piezas que salen de los yacimientos van a engrosar las colecciones privadas del exterior».
Un museo pequeño y ejemplar
Pajcha, el Museo de Arte Étnico Americano, es la mejor demostración del interés de los salteños por el arte de sus comarcas. Fundado este año en una casona de la calle 20 de Febrero, el Museo Pajcha que dirige la licenciada Liliana Zito Fontán reúne varias colecciones privadas, más de tres mil piezas entre textiles, orfebrería, tallas en piedra, madera, frutos, alfarería, arte plumario, cestería, entre otras, que fascinan a los extranjeros que llegan a verlas.
El énfasis de la colección está puesto en la iconografía religiosa colonial, las etnias Wichí, Chané-Chiriguanos, Tobas, Pilagá y Chorotes, y el mundo Andino y Mapuche, con su magnífica orfebrería. Pero lo que realmente llama la atención es el nivel de esta pequeña institución privada que cuenta con un vice director, el doctor Diego Outes Coll (cargo imprescindible que las instituciones oficiales no tienen); tres montajistas, María Eugenia Ríos Avellaneda, Silvia Sánchez de Avellaneda y Germán Cutida; un fotógrafo, José Luis Madrid, y diversos programas, el Educativo a cargo de Marta Dalla Tea, de Comunicación, Gabriela Palacios, de Video, Darío Ordóñez, y Digital, Federico Amaya.
Compromiso con la calidad
Desde que abrió sus puertas Pajcha es visitado por cientos de viajeros de todo el mundo. En sus salones, ubicado en una antigua casa de calle 20 de Febrero 838 de la Ciudad de Salta, alberga muestras y colecciones de la producción artística y artesanal de las diferentes sociedades del continente. Las mismas datan desde la época colonial a la actualidad.
Está animada del fundamental propósito de dar a conocer, difundir, revalorizar y rescatar para las generaciones actuales y futuras la inmensa y muchas veces ignorada riqueza cultural de las sociedades primigenias de América, incluidas las de nuestro vasto, polifacético y, muchas veces, desconocido país.
En sus diferentes salas se pueden apreciar el arte y la iconografía religiosa colonial, exponentes de las diferentes escuelas de pintura y escultura americanas, como las escuelas cuzqueñas, la quiteña y la potosina. El mundo de las sociedades de cazadores y recolectores y horticultores, habitantes típicos de la región chaqueña (Wichí, Chané Chriguanos, Chorotes), productores de bellos trabajos en cerámica y madera de palo santo y fibra vegetal, entre otras materias primas brindadas por el hábitat en el que viven.
El poderoso y vigente Mundo Andino con sus supremas manifestaciones en el ámbito del arte textil y de la madera; el Mundo Mapuche, con su también fuerte expresión en la orfebrería y la manifestación cosmogónica y simbólica plasmada en los objetos de su producción como los instrumentos musicales o el árbol o escalera sagrada, el Rewe, usado en celebraciones rituales como las curas chamánicas y la celebración del Nguillatún.
La última sala de este recorrido virtual por algunas de las culturas americanas está dedicada, principalmente, a rendir un homenaje a Litania Prado, la primera pintora popular Wichí, pintora costumbrista, que podría ser enrolada en la corriente näive. Litania reside en Misión Chaqueña, Provincia de Salta.
La primera, por su parte, es una breve aunque profunda mirada por las manifestaciones Mayas, Kuna, Emberá, Chocoés, Guaraníes, Kollas, Moxos, Chiquitos y afrobrasileños. Colores, texturas, volúmenes y diseños nos habrán de trasladar en el tiempo. Una visita permite descubrir la vibrante, colorida y vigente esencia americana. Desde Salta, invitan los directivos de Pajcha, caminemos por América.
A la valiosa colección de obras de arte esto se añade una buena biblioteca, salas con controles de humedad y temperatura, muestras con criterio curatorial, un simpático café y hasta una tienda.
Exponen la Colección Goreti
A la muestra permanente de "Pajcha", se añade otro atractivo. Hasta los últimos días de diciembre, se exponen en Salta alrededor de 195 piezas del coleccionista argentino Mateo Goreti. La muestra se presenta en el Centro Cultural América de la Ciudad de Salta, ubicado en calle Mitre 23. La Colección Goreti es una de las más importantes de América latina y, desde el año 2005, se expone en Montevideo, República Oriental del Uruguay. Antes de América, es el título de esta muestra de valiosas piezas, algunas con más de 3.000 años de antigüedad.
La selección de la Colección Goreti que se expone en Salta está organizada por Pro Cultura Salta. Su presidente, Agustín Usandivaras, destaca que ella es representativa de muchas de las culturas que existieron en la América prehispánica y en las primeras décadas de su conquista. Lo singular de esta muestra está, además en que ella está montada en cámaras negras con una luz especial que permiten resaltar el dramatismo de las piezas.
Matías Goreti es un intelectual y coleccionista argentino que acumuló una enorme colección de arte americano.
En el año 2004 el entonces secretario de Cultura de la Nación, Torcuato Di Tella, prometió que realizará gestiones para que el Estado argentino cediera un local para albergar esta colección, que seguiría en manos de Goreti, a cambio de organizar un museo de acceso público.
Polémica con el Estado
Trascurrido varios meses sin el ofrecimiento de Di Tella no se cumplió. Cuando Goreti recordó tal compromiso, el funcionario reaccionó agresivamente y terminó una discusión con insultos a Goreti, de quien era amigo y colega. Ante esta situación, Goreti ofreció al gobierno uruguayo exponer su colección con la contrapartida de abrirla a la visita del público, compromiso que se cumplió.
Goreti polemizó con Di Tella y criticó la ley argentina sobre patrimonio arqueológico que, aprobada en el año 2003, introdujo criterios fuertemente intervencionistas y estatistas y que abren la puerta para que los funcionarios del Estado dispongan la confiscasión de esas colecciones privadas, construidas sin ningún aporte de un Estado que, históricamente, se mostró indiferente frente al patrimonio arqueológico.
La muestra de una selección de piezas de la Colección Goreti, que está siendo visitada por miles de personas. Permanecerá habilitada hasta el 30 de diciembre. La entrada es gratuita.