
Los visitantes del museo pueden interiorizarse sobre aspectos históricos del mundo inca; la ceremonia de la Cata Cocha; los tres ajuares; la sala de bio preservación donde podrán elegir ver a la Niña del Rayo; la sala de los Niños del Lullaillaco; la sala de la Reina del Cerro Chusca; y las últimas sobre el recorrido del Camino del Inca y su nominación en la lista de Patrimonio de la Humanidad.
La institución museológica salteña, custodio de los Niños del Lullaillaco (La Doncella, La Niña del Rayo y El Niño), tres valiosas piezas arqueológicas de unos 500 años de antigüedad, informó que al igual que La Doncella, su visión será optativa y permanecerá en exhibición durante seis meses.
Al respecto, desde el jueves 3 de abril se encuentra en exposición en el museo La Niña del Rayo, una pieza única; según los estudios, fue enterrada cuando tenía poco más de 6 años. Está sentada con las piernas flexionadas, las manos semiabiertas apoyadas sobre los muslos y su rostro en alto; cuando se la encontró estaba mirando hacia el oeste-suroeste. Las investigaciones determinaron además que, en su entierro, el impacto de un rayo quemó parte de su rostro, cuello, hombros y brazos; de ahí su nombre.
La Doncella volvió a su lugar de conservación junto con El Niño, un laboratorio especialmente acondicionado a temperatura constante de -20° C (similar a la de la cima), en el Campus Castañares de la Universidad Católica de Salta, en Salta, Argentina.