
Si en 1978 se desaparecía a ciudadanos en la Argentina con asombrosa facilidad y se perpetraban numerosos ataques a la cultura, no resultó difícil para los aludidos por Henman mandar a desaparecer en Salta aquel libro, que no llegó a circular por nuestras librerías.
Según el diario El Tribuno, que se sintió afectado por las revelaciones del autor, Henman no existía. Desde aquel diario se propaló que "Henman" era un seudónimo y que el libro -al que muy pocos habían tenido en sus manos- era todo un invento, como falsas sus supuestas afirmaciones.
Pues bien, como ya ha sucedido otras veces con algunos célebres "desaparecidos mediáticos" enterrados por aquel diario, éstos vuelven aparecer y con su sola presencia en Salta desnudan las falacias construidas y mantenidas artificiosamente durante años.
Henman no sólo no es un seudónimo, sino que detrás de ese apellido de tenista inglés de pistas lentas se erige la figura de un antropólogo nacido en São Paulo, Brasil, de padre inglés y madre argentina, que estudió arqueología y antropología en la Universidad de Cambridge y en la University College de Londres y que es profesor, entre otras, de la Universidad del Cauca, en Popayán, Colombia.

Desde entonces, Henman ha continuado su trabajo como antropólogo experto en sustancias psicoactivas y se ha desempeñado como docente en UNICAMP (São Paulo) y secretario executivo de la Liga Internacional Antiprohibicionista. Ha sido asesor en materia de consumo de drogas y reducción de daños ante la Organización Mundial de Salud, el Parlamento Europeo, el Consejo sobre Estupefacientes del Estado de São Paulo, y la Secretaría de Salud del Estado de Nueva York. Ha publicado obras sobre la participación de usuarios de sustancias ilícitas en el desarrollo de políticas públicas en Liverpool y Nueva York y, y descrito en texto y documentales televisivos el uso de otras plantas psicoactivas, como el cannabis, el opio, el guaraná, el yagé o ayahuasca, los hongos Psilocybe y el cactus sanpedro. Actualmente se dedica a nuevas investigaciones sobre la coca, y a la creación de un Jardín de Plantas Maestras. Espera que este proyecto sirva para orientar a futuras generaciones en el adecuado manejo de las especies vegetales condenadas por la ONU en la Convención Única de 1961.
La presencia de Henman en Salta y el tema de su conferencia sirve también como tardía desmentida a aquella disparatada versión sobre su inexistencia y sobre la presunta falsedad de aquel libro suyo.