Para el presidente del IPV, en Salta la vivienda es una 'suerte' y un 'sueño', no un derecho

Desde el pasado día 10 de diciembre, el Instituto Provincial de la Vivienda, el organismo gubernamental encargado de satisfacer del derecho consagrado en el artículo 37 de la Constitución de Salta, tiene un nuevo presidente.

El Gobernador ha designado para ese cargo a un viejo conocido suyo, el señor Sergio Zorpudes, antiguo Secretario de Obras Públicas.

El nuevo funcionario ha dejado claro lo que piensan -él y el gobierno- sobre el acceso de las personas con menos recursos a una vivienda digna. Lo ha hecho en la localidad de El Carril, en conde el señor Zorpudes presidió la entrega de viviendas en propiedad a 54 familias «afortunadas», que resultaron elegidas entre otras 279 familias aspirantes, en el último sorteo del año.

“Los que tuvieron la suerte de ser beneficiados con una casa, cuídenla mucho y aquellos que no, tengan la certeza que desde el Gobierno de la Provincia seguiremos trabajando para cumplir este sueño que aún tienen muchas familias en Salta”, ha dicho el señor Zorpudes, en emotivo discurso pronunciado poco después de que los suertudos (los zortudos) recibieran sus viviendas.

De estas breves líneas se desprende que en la Provincia de Salta el acceso a la vivienda pública en condiciones de igualdad, lejos de ser un derecho protegido por la Constitución, y al que puede aspirar cualquier ciudadano que reúna los requisitos exigidos, en un «sueño» (el famoso sueño de la casa propia), cuya concreción no depende de las leyes ni de los reglamentos sino de dos condiciones menos formales y al mismo tiempo más inseguras: 1) la suerte (si te toca, bien, y si no, a seguir poniéndole puntales al rancho), y 2) la suprema voluntad de nuestro señor Gobernador, doctor don Juan Manuel Urtubey.

Si se cumplen todas las condiciones, y se alinean los astros, es probable que la familia beneficiada acceda a una vivienda pública. Así funcionan las cosas en Salta.