Llamar 'microtráfico' a la venta de droga al detalle (o al por menor) es un grave error, y no solo lingüístico. El prefijo 'micro' que se antepone a la palabra que normalmente se utiliza para llamar a una actividad delictiva de enorme gravedad, tiende a restar gravedad y entidad a esta conducta profundamente antisocial. «-Es que fulanito ha sido encarcelado por microtráfico», dirá una comadre. Y la otra añadirá: «-Ah, bueno. Entonces saldrá rápido».
La realidad es que la venta de cantidades droga por debajo de las cantidades establecidas para fijar la competencia de la jurisdicción provincial, no siempre es un delito «muy pequeño», como sugiere el uso del prefijo micro.
Al contrario, las penas son muy cuantiosas y muchas veces son proporcionales a la gravedad de la conducta del traficante.
También es cierto que la Policía -tal vez por falta de recursos, tal vez porque el poder le ordena mirar para otro lado- se esmera en perseguir al pequeño distribuidor dejando a los peces gordos nadar a sus anchas y, si acaso, seguir engordando.
Porque los grandes mercaderes no están en la mira de la Policía es que ésta de vez en cuando se ve obligada a presentar su lucha contra los pequeños como grandes conquistas o grandes «golpes».
Veamos por ejemplo los últimos «golpes» asestados por la Policía de Salta a los pequeños traficantes, entre la noche del viernes y la mañana del sabado, según la web oficial:
1) Villa Primavera: incautación de 80 «pipas», 6 «pilas» y dinero efectivo en billetes de baja denominación.
2) Ruta provincial 26: incautación de 191 «pilas» (1,5 kg. de cocaína).
3) Orán: incautación de envoltorios con sustancia blanquecina incautados a un hombre que caminaba por la calle.
4) Embarcación: incautación de envoltorios de plástico (cantidad no especificada) con sustancia vegetal disecada, «bochas» y un ladrillo; otros con sulfato de cocaína, recortes, elementos de fraccionamiento y dinero en billetes de baja denominación.
Lo más preocupante de todo es que estos operativos, que como se puede apreciar solo consiguió intervenir una mínima cantidad de droga, fueron «acompañados» personalmente por el Jefe de la Policía provincial. Es decir, que si el Jefe dedica su tiempo y sus energías a estas menudencias, solo cabe esperar que los operativos de microtráfico de mayor envergadura sean encabezados directamente el Gobernador de la Provincia.