
Mientras un día sí y otro el también el gobierno provincial no deja de vanagloriarse de sus logros inclusivos y de su éxito en el combate contra la pobreza, los estudios del ISEPCI demuestran que la situación se ha venido deteriorando sin remedio en los últimos tiempos.
«A pesar del discurso oficial que asegura que los datos son alentadores, los niveles de pobreza aún persisten en cifras alarmantes», ha dicho con claridad el señor Farquharson.
Según el ISEPCI, la inflación anual se sitúa en el 48,43%, lo que eleva el índice de pobreza en Salta al 44,65%.
Este último valor contrasta notablemente con el 31,75% de pobreza medido por el mismo instituto a comienzos de 2014, cuando el precio de la llamada canasta básica había sido estimado en 2.243 pesos y el de la canasta básica total en 5.092.
Solo en la capital de la Provincia (en donde viven 600.000 almas) hay 261.713 pobres, dice el ISEPCI. 180.000 de ellos viven en asentamientos precarios de urbanización inexistente. La proporción es enorme y desalentadora.
Para el ISEPCI, la escalada inflacionaria pone en clara evidencia el fracaso del "programa de precios cuidados", una política restrictiva de la libertad implementada con mecanismos cuasipoliciales por el gobierno nacional y que contó con una amplia adhesión por parte del gobierno provincial.
Por otro lado, señala el estudio del ISEPCI que alrededor de un 11 por cien de los salteños vive con un ingreso familiar inferior a los 2.670 pesos (el valor de la canasta básica alimentaria), por lo que estadísticamente tiene la consideración de indigente.
Pero si a esa canasta se se suman servicios, como el transporte o la educación, vestimenta e impuestos, una familia tipo necesita para subsistir un ingreso mensual no inferior a los 6.300 pesos. Según el ISEPCI, los datos de su último estudio demuestran con claridad que el modelo económico y político del gobierno de Salta «mantiene fuera a una inmensa proporción de la población».
La pobreza en Salta también es más aguda y está más extendida que la media nacional. Dice el ISEPCI que en el año 2013 el salario promedio por hora fue en Salta de 21,90 pesos, mientras que la media nacional se situó en 32,10. Solo el 34,4% de los salteños accede a un trabajo decente. El resto, se debate entre la informalidad (el trabajo oculto o no registrado), el autoempleo sin protección social y las ocupaciones marginales.