La presencia de Calletti en la marcha de las mujeres provoca un amplio rechazo

La Ministra de Derechos Humanos y Justicia del gobierno provincial de Salta, Cintia Pamela Calletti, responsable de facto de las políticas dirigidas al mundo femenino, ha pasado esta tarde un momento amargo cuando su presencia en la marcha convocada con ocasión del Día Internacional de la Mujer fue objeto de sonoros reproches y abucheos generalizados por parte de los manifestantes.

Visiblemente molesta y con el gesto descompuesto -algunos dicen que en los umbrales del llanto- Calletti atendió la requisitoria de los medios de prensa, ante los cuales sorprendentemente admitió que «como mujer, sabe lo que es la violencia», aunque no aclaró si la conoce por padecerla o por ejercerla.

Apurada por aclarar su confesión, Calletti señaló que se refería a su conocimiento «de la violencia machista y de las propias mujeres».

Fueron, en efecto, mujeres, las que mayoritariamente entonaron cánticos -algunos subidos de tono- contra la ministra, que ante la hostilidad creciente optó prudentemente por abandonar la marcha y dejar que esta continuara sin ningún representante del gobierno y de sus «inclusivas políticas de género».

Según diversas fuentes, cuando la columna de manifestantes se aproximaba a la Legislatura provincial, un nutrido grupo exigió de viva voz que Calletti se retirara del lugar para que la marcha pudiera seguir su camino.

Los reproches verbales contra la ministra estuvieron en su mayoría enfocados en los gravísimos hechos de asesinatos de mujeres ocurridos en los últimos meses en la Provincia de Salta, de los cuales se ha responsabilizado directamente a Calletti e indirectamente a sus «colaboradoras» del Observatorio de la Violencia contra las Mujeres de Salta.

Hace un par de meses, la funcionaria fue objeto de un pedido casi unánime de dimisión cuando se conoció la noticia de que un preso peligroso alojado en la cárcel que ella dirige y supervisa, que se hallaba custodiado por subordinados directos suyos, asesinó a su pareja cuando esta había acudido a visitarlo.

El sonoro repudio experimentado esta tarde por la joven funcionaria supone en los hechos una losa virtualmente inlevantable para su eventual candidatura a diputada nacional por el peronismo salteño en las próximas elecciones legislativas.