
Sitios vacíos del Patrimonio Mundial de la UNESCO, eventos culturales cancelados, instituciones culturales cerradas, prácticas culturales comunitarias suspendidas, mayor riesgo de saqueo de sitios culturales y de caza furtiva en sitios naturales, artistas que no pueden llegar a fin de mes y el sector del turismo cultural muy afectado... El impacto de la COVID-19 en el sector cultural se está sintiendo en todo el mundo. Este impacto es social, económico y político, ya que afecta al derecho fundamental de acceso a la cultura, los derechos sociales de los artistas y los profesionales de la creación y la protección de las diferentes expresiones culturales.
La crisis que se desarrolla corre el riesgo de profundizar las desigualdades y hacer que las comunidades sean vulnerables. Además, las industrias creativas y culturales (CCI) contribuyen con 2 250 millones de dólares americanos a la economía global (3% del PIB) y representan 29,5 millones de empleos en todo el mundo. Las consecuencias económicas de no abordar el sector cultural, y todos los servicios auxiliares, particularmente en el sector turístico, también podrían ser desastrosos.
Cultura, fuente de resiliencia
Durante este tiempo de confinamiento masivo, miles de millones de personas recurren a la cultura como fuente de consuelo, bienestar y conexión. Ha habido un aumento en la creación y el acceso a contenido cultural en línea, desde visitas virtuales a museos y galerías, transmisión de películas e incluso coros comunitarios a través de las redes sociales, mostrando su papel fundamental como fuente de resiliencia para las comunidades. Las grandes crisis a lo largo de la historia a menudo han dado lugar a un renacimiento de la cultura y una explosión de nuevas formas de creatividad, tan vitales para el progreso humano.¿Por qué importa la diversidad?
Las tres cuartas partes de los mayores conflictos tienen una dimensión cultural.Superar la división entre las culturas es urgente y necesario para la paz, la estabilidad y el desarrollo. Y es que la cultura, en su rica diversidad, posee un valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz.
La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no sólo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora. Todo esto está presente en las siete convenciones de la cultura, que proporcionan una base sólida para la promoción de la diversidad cultural. Esta diversidad es un componente indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible, gracias, entre otros, al dispositivo normativo, hoy día ya completo, elaborado en el ámbito cultural.
Simultáneamente, el reconocimiento de la diversidad cultural – mediante una utilización innovadora de los medios y de los TIC en particular – lleva al diálogo entre civilizaciones y culturas, al respeto y a la comprensión mutua.
Origen y espíritu del Día Internacional
La Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural se aprobó en 2001 y, a continuación, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de mayo como el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, a través de su resolución 57/249 de diciembre de 2002.En 2011, la UNESCO y la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas lanzaron la campaña «Haz un gesto por la Diversidad y la Inclusión» con el propósito de animar a las personas y a las organizaciones de todo el mundo a que tomen medidas concretas de apoyo a la diversidad. Finalmente, en 2015, la Segunda Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad la resolución sobre Cultura y Desarrollo Sostenible A/C.2/70/ L.59, afirmando la contribución de la cultura a las tres dimensiones del desarrollo sostenible: reconocer la diversidad del mundo mucho más allá de lo natural y lo cultural, reafirmar que las culturas y civilizaciones pueden contribuir al desarrollo sostenible, y su papel como factores habilitadores cruciales.
Se trata de un día internacional en el que debemos profundizar en lso grandes valores de la diversidad cultural:
- Concienciar sobre la importancia del diálogo intercultural, la diversidad y la inclusión.
- Lograr que todas las personas nos comprometamos y apoyemos la diversidad mediante gestos reales en nuestro día a día.
- Combatir la polarización y los estereotipos para mejorar el entendimiento y la cooperación entre las gentes de diferentes culturas.
Mensaje de la Sra. Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO
El Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo de este año llega en un momento de incertidumbre y preocupación.El cierre del espacio público, las instituciones culturales y las salas de espectáculos y conciertos ha conducido, para muchos, a la contracción del espacio cultural y a un mayor repliegue.
Afortunadamente, los medios técnicos de que disponemos hoy en día permiten, a los afortunados que pueden beneficiarse de ellos, compensar la estrechez de los espacios confinados. Así pues, hemos visto florecer iniciativas que han renovado el interés por las prácticas culturales en todo el mundo y han puesto de relieve su abundante riqueza. Gracias a las acciones coordinadas, las iniciativas originales y la creatividad, este tiempo de inactividad impuesta ha permitido ver una de las riquezas de la humanidad: nuestra diversidad.
A pesar de que la COVID-19 no ha logrado frenar el diálogo entre las culturas, las consecuencias a largo plazo de esta crisis, especialmente económicas, podrían ser muy perjudiciales para la diversidad. Los periodos de crisis conducen a la concentración y la uniformidad y ese es el insidioso peligro que nos acecha. Sin un apoyo considerable, desaparecerán estructuras, se perderán oportunidades de estimular y escuchar estas formas de ver y sentir, podría disminuir la diversidad cultural y la humanidad se verá perjudicada
En consecuencia, debemos proteger esta diversidad sin demora antes de que sea demasiado tarde. Por ello, la UNESCO puso en marcha el movimiento ResiliArt, cuyo propósito es encontrar formas de fomentar la protección y promoción de la diversidad cultural en estos tiempos difíciles. Al reunir a artistas, profesionales de la cultura, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y al sector privado para reflexionar juntos sobre las repercusiones de la pandemia, se está configurando el futuro de la diversidad cultural mediante la inteligencia colectiva y la construcción conjunta de la cultura.
La crisis actual debe dar lugar a una toma de conciencia y a nuevos esfuerzos para que puedan perdurar y desarrollarse formas culturales variadas y estructuras culturales florecientes, ya que en realidad la crisis ha sacado a la luz dificultades que en muchos casos ya estaban presentes anteriormente.
En este 21 de mayo, Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, la UNESCO hace un llamamiento a todas y a todos: juntos, celebremos y apoyemos la diversidad cultural, que es el símbolo de nuestra humanidad.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en https://www.un.org/es/observances/cultural-diversity-day