30 de julio: Día Mundial contra la Trata de Personas

  • 'En este Día Mundial contra la Trata de Personas, reafirmemos nuestro compromiso y nuestro empeño en impedir que los delincuentes exploten a las personas para obtener beneficios y en ayudar a las víctimas a reconstruir su vida'. António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.
  • Tráfico humano

La trata de personas es un delito que explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluídos el trabajo forzoso y la explotación sexual. Desde 2003, la UNODC ha recopilado información sobre aproximadamente 225.000 víctimas de la trata detectadas en todo el mundo. A nivel mundial, cada vez son más los países que detectan a víctimas y denuncian a los traficantes de estas mafias. Ello conlleva una mayor facilidad en la detección de estas víctimas, pero también un aumento de las cifras como consecuencia.


Todos los países están afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas. Los traficantes todavía siguen amenazando principalmente a mujeres y niñas. La gran mayoría de las víctimas con fines de explotación sexual y el 35% de las víctimas con fines de trabajo forzoso son mujeres. Los conflictos agravan todavía más el problema, ya que los grupos armados sobreexplotan a los civiles y los traficantes aprovechan esta situación captando forzosamente a personas desplazadas huidas de dichas zonas.

Los datos también muestran que la trata de personas ocurre a nuestro alrededor, ya que la proporción de personas afectadas dentro de su propio país se ha duplicado en los últimos años al 58% de todas las víctimas detectadas, según el Informe mundial de la UNODC de 2018 sobre la trata de personas.

En 2010, la Asamblea General adoptó un Plan de Acción Mundial para Combatir el Tráfico de Personas, urgiendo a los Gobiernos de todo el mundo a derrotar este flagelo. El Plan llama a integrar la lucha contra la trata en los programas de las Naciones Unidas para el fomento del desarrollo y el refuerzo de la seguridad mundiales. Una provisión crucial del Plan es el establecimiento de un Fondo Voluntario Fiduciario para las víctimas del tráfico, especialmente mujeres y niños.

Este fondo facilita la asistencia y la protección efectivas y directas a las víctimas de la trata mediante las subvenciones a organizaciones no gubernamentales especializadas. El objetivo es priorizar a las víctimas provenientes de conflictos armados o que forman parte de grandes corrientes migratorias o de refugiados.

En 2013, la Asamblea General sostuvo una reunión para evaluar el Plan de Acción Mundial. Los Estados miembros adoptaron la resolución A/RES/68/192 y designaron el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata. En la resolución, se señala que el día es necesario para «concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos».

En septiembre de 2015, los países aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y aceptaron cumplir los objetivos y las metas relacionados con la lucha contra la trata. Estos objetivos piden que se ponga fin a la trata y la violencia contra los niños, que se tomen medidas contra la trata en general, y que se acabe con todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas y de su explotación.

Justo un año más tarde, tuvo lugar otro acontecimiento importante, la Cumbre sobre los Refugiados y los Migrantes en la que se aprobó la Declaración de Nueva York. En este documento, los países se comprometen a cumplir 19 puntos, tres de los cuales, precisamente, se centran en combatir la trata de personas y el contrabando de migrantes.

Pidamos a nuestros gobiernos que actúen frente a la trata de personas

A pesar de que son muchos los países que poseen leyes nacionales en la lucha contra la trata de personas siguiendo los protocolos establecidos por las Naciones Unidas, el tráfico sigue siendo una realidad. Es más, en muchos países las víctimas puede hasta llegar a ser criminalizadas mientras que los traficantes quedan impunes.

Por todo ello, este día pretende subrayar la importancia de que los gobiernos tomen medidas a favor de las víctimas. Y para ello, no solo es esencial el gobierno en sí, sino que es necesario que nosotros también tomemos partido en presionar en la lucha por prevenir este cruel crimen.

Mensaje del Secretario General 2019

La trata de personas es un delito atroz que afecta a todas las regiones del mundo. Aproximadamente el 72 % de las víctimas detectadas son mujeres y niñas, y el porcentaje de niños que son víctimas de este delito se ha duplicado con creces entre 2004 y 2016, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. La mayoría de las víctimas detectadas son objeto de trata con fines de explotación sexual, pero las víctimas también son objeto de trata para ser utilizadas en trabajo forzoso, para ser reclutadas como niños soldados y para otras formas de explotación y abuso.

Los tratantes y los grupos terroristas se aprovechan de las personas vulnerables, ya sea personas que viven en la pobreza, que están atrapadas en la guerra o que sufren discriminación. Nadia Murad, la primera víctima de trata en ser Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas, recibió con justicia el Premio Nobel de la Paz en 2018 por catalizar la acción internacional para acabar con la trata y la violencia sexual en los conflictos.

Los conflictos armados, el desplazamiento, el cambio climático, los desastres naturales y la pobreza exacerban la vulnerabilidad y la desesperación que permiten que la trata prospere. Los migrantes están en el punto de mira. Miles de personas han perdido la vida en el mar, en los desiertos, en centros de detención, a manos de tratantes y contrabandistas de migrantes que ejercen su monstruoso y despiadado oficio.

Pero también cada día la indiferencia ante el abuso y la explotación que nos rodean se cobra numerosas víctimas. Desde el sector de la construcción al de la producción de alimentos o de bienes de consumo, incontables negocios y empresas se benefician de la miseria.

La acción multilateral ha dado lugar a avances, por medios como la Convención de Palermo y su Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños. La mayoría de los países cuentan con las leyes necesarias, y en algunos se han producido recientemente las primeras condenas por trata, pero queda mucho por hacer para llevar a las redes transnacionales de trata ante la justicia y, sobre todo, para asegurarse de que se detecta e identifica a las víctimas y de que estas pueden acceder a la protección y los servicios que precisan.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluyen metas claras para prevenir el abuso y la explotación, eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, y erradicar el trabajo forzoso y la mano de obra infantil. En este Día Mundial contra la Trata de Personas, reafirmemos nuestro compromiso y nuestro empeño en impedir que los delincuentes exploten a las personas para obtener beneficios y en ayudar a las víctimas a reconstruir su vida.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en https://www.un.org/es/events/humantrafficking/