Bouvier y Peñalva protestan en París contra Urtubey y sus políticas de impunidad

  • El padre de Cassandre Bouvier y la tía paterna de Luján Peñalva, dos jóvenes asesinadas en Salta durante el gobierno de Urtubey, se han dado un abrazo fraternal en París. Juntos buscan afanosamente la verdad y la justicia que un sistema corrompido por el amiguismo y la venalidad les niega. Su victoria parece cada vez más cerca.
  • Cumbre mundial de lucha contra la impunidad
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El pasado sábado 12 de agosto, cuando en la Argentina las fuerzas políticas velaban armas en la víspera de las elecciones, se produjo en París un encuentro postergado pero decisivo para el futuro de las libertades en la Provincia de Salta: el de Marisa Peñalva (tía de Luján, asesinada en Salta julio de 2012) y Jean-Michel Bouvier (padre de Cassandre, asesinada también Salta, en julio de 2011).


Bajo el imponente marco del Arco de Triunfo de la Puerta de Saint-Denis, dos de las personas que con más insistencia y sólidos argumentos reclaman justicia al gobierno provincial, se abrazaron y desplegaron una pancarta en la que se ve en un buen tamaño el retrato del gobernador Juan Manuel Urtubey junto a imágenes de las jóvenes asesinadas, de la desaparecida María del Carmen Cash y de las marchas populares convocadas en Salta para exigir al gobierno que actúe y ponga fin a la impunidad.

En la pancarta se puede leer una sugestiva leyenda: ¿Urtubey encubre femicidios en Salta?. La pregunta, contundente donde las haya, recorre el mundo a la velocidad del Whatsapp; pero no cualquier mundo sino aquel que puede decidir y evaluar si Urtubey tiene las cualidades necesarias para convertirse en Presidente de un país como la Argentina, deseoso de mostrarse al mundo como un país civilizado y respetuoso de las leyes.

Con la valiosa ayuda de Anita Ragot, la socióloga argentina residente en París que oficia de traductora de Bouvier, Peñalva ha podido «poner en común» con el padre francés dolores, angustias, experiencias, y sobre todo indignación, por la mediocridad con que se han conducido las investigaciones policiales y judiciales del asesinato de sus familiares directos.

Marisa Peñalva, residente en los Estados Unidos, ha confiado a Iruya.com que su viaje a París estuvo motivado en la necesidad de que Bouvier no estuviera solo: «Para que sepa que puede contar con nuestro apoyo».

La familia Peñalva se encuentra embarcada en una lucha que cada vez es menos solitaria, puesto que sus apoyos se extienden por el mundo a medida de los hechos le van dando la razón. La joven Luján y su amiga Yanina Nüesch no murieron por un «pacto suicida» entre ambas, como concluyó apresuradamente la justicia salteña, después de reunir pruebas de un modo que califican como de «bochornoso».

Pero no les indigna tanto que el juez y los tribunales superiores de Salta hayan declarado el suicidio, contra toda evidencia, sino que haya sido el gobernador Urtubey quien saliera a proclamar, poco después del hallazgo de los cuerpos, que las jovencitas se habían suicidado. Bouvier y Peñalva no solo coinciden en que aquel anuncio del Gobernador fue una irresponsabilidad mayúscula, sino la confirmación de que Urtubey miente cuando dice que respeta el trabajo de la justicia y que no tiene injerencia en él.

Pero Peñalva y Nüesch no se suicidaron. Alguien acabó intencionalmente con sus vidas y ahora quienes han falseado pruebas para desviar la investigación deberán pagar, como también deberán hacerlo los autores materiales del crimen, a los que alguien con poder protege.

«Estamos esperando que se realice una nueva inspección ocular», ha dicho Marisa Peñalva. Asistirán a esta diligencia, señalada para el próximo lunes 28 de agosto, el perito de los Peñalva, Carlos Párraga, y el del CIF, licenciado Carrizo. La familia considera que el primer estudio practicado por el CIF es sumamente deficiente desde el punto de vista técnico.

Pero Bouvier y Peñalva no se han mirado las caras solo para lamentarse del tercermundismo de las investigaciones criminales salteñas sino que han levantado la voz, al unísono, para volver a denunciar que Santos Clemente Vera se encuentra injustamente encarcelado, purgando una condena impuesta en condiciones procesales vergonzosas y con violación de casi todos sus derechos.

Mientras Bouvier espera pacientemente a ser recibido en algún momento por el presidente Macri, Peñalva mueve silenciosamente los hilos del proceso. Los une la convicción compartida de que el asesinato de mujeres y la impunidad en Salta deben conocerse a nivel mundial, «porque lo que está pasando es gravísimo».

Peñalva valora la lucha de Bouvier, porque a la muerte de su hija y al duelo inconcluso le debe sumar la brecha de la distancia, el idioma y el combate «con un sistema diferente y corrupto». Bouvier, por su parte, coincide con la salteña en que los crímenes que los han afectado y trastornado sus vidas hasta niveles insospechados «son los únicos que repercutieron a nivel nacional». A ambos crímenes el gobierno de Urtubey los tapó rápidamente y dio a entender al país y al mundo que los había resuelto.

El despliegue de la pancarta en la Puerta de Saint-Denis es un gesto mínimo pero cargado de significado. Ya no es el Urtubey que pasea su glamour por las proximidades de los Jardines de las Tullerías, sino el hombre señalado como responsable de favorecer la impunidad, a pocos metros de la Place de la République, uno de los símbolos de la continua efervescencia del pueblo parisino y decidido emblema de su libertad.

Después de este abrazo entre dos dolientes decididos a hallar la verdad sin importar las consecuencias, se podrá decir que a Urtubey lo conocerán primero en París por sus dotes de ocultador profesional, más que por sus habilidades de constructor de un futuro luminoso para los argentinos.

El retrato emponchado del Gobernador oscurantista va camino de dar una larga y educativa vuelta al mundo.

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