
El Gobernador de Salta ha vuelto a pasar un acalorado momento en el programa de Mirtha Legrand, el mismo en el que intentó hace algo más de un año defender con poco acierto la candidatura presidencial de Daniel Scioli, y en donde fue literalmente vapuleado por la independentista catalana Pilar Rahola, invitada ocasional al mismo almuerzo.
Esta vez fue la presentadora del programa la que puso en serios aprietos a Urtubey al preguntarle con cierta insistencia sobre el asesinato y violación de las turistas francesas, ocurrido en Salta en julio de 2011, y, en concreto, sobre las reiteradas peticiones de Jean-Michel Bouvier para que se reabra la investigación judicial, al considerar que el caso no ha sido resuelto por las autoridades competentes.
Apurado y visiblemente incómodo, Urtubey no le respondió en ningún momento a la presentadora en qué medida el caso de las turistas francesas y las cifras de la violencia mortal contra las mujeres en su provincia afectaban a sus expectativas de ser candidato a Presidente de la Nación.
Lo que sí hizo fue repetir, hasta tres veces, que las peticiones de Bouvier estaban motivadas «por su dolor ante la pérdida de un hijo», dando a entender así de que carecían de base racional alguna.
Para Urtubey, Bouvier es víctima de «un dolor inevitable, del que no te reponés nunca». Según el Gobernador, es difícil «explicarle al padre que sufrió una desgracia como esa que no puedo levantar el teléfono y llamar a un juez y decirle hacé tal cosa. Aparte que no corresponde y no lo haría nunca».
Por supuesto, porque un padre doliente, un «viejito loco» como Bouvier, no lo entendería, cegado como lo está por su inconmensurable dolor.
Llegados a este punto, jamás entendería Bouvier que el Gobernador llamase a los jueces y a los fiscales para paralizar las causas judiciales por él mismo iniciadas contra Juan Carlos Romero, después de que anudara un pacto con este. ¡Cómo explicarle al doliente francés que Urtubey le pidió a su Fiscal de Estado un dictamen sobre un procedimiento interno de la magistratura provincial, que al final él terminó anulando a voluntad!
Bouvier aún no ha reaccionado a la insólita calificación de que ha sido objeto por parte del Gobernador de Salta, pero quienes lo conocen afirman que lo hará en los próximos días.
Más mentiras
Pero el Gobernador de Salta ha incurrido en otras mentiras e imprecisiones durante la misma entrevista.La primera y la más grave, haberle dicho a Mirtha Legrand que todos los tribunales que intervinieron en el caso de las turistas francesas decidieron lo mismo.
Es falso, pues la Sala Segunda del Tribunal de Juicio resolvió en su día absolver a Santos Clemente Vera, mientras que la Sala Tercera del Tribunal de Impugnación (influida claramente por los intereses del gobierno) condenó al mismo Vera a cadena perpetua, una vez que ya había sido absuelto y en base a pruebas que este último tribunal no presenció ni controló en absoluto.
La segunda es una imprecisión notable, pues al decir que la tasa de homicidios en Salta es inferior a la media nacional ha omitido dar datos esenciales. Por ejemplo, que para el año 2015 la tasa media de los homicidios dolosos en el conjunto del territorio nacional fue de 6,6 homicidios cada 100.000 habitantes, mientras que en Salta, en el mismo periodo, la tasa fue de 6,4. Lo que el Gobernador ha callado es que la tasa de homicidios de Salta ha ido en sostenido aumento desde que él ocupa la primera magistratura del Estado (en 2014 era del 4,9), según datos oficiales del Ministerio de Seguridad del gobierno federal argentino.
Urtubey en ningún momento se ha referido a la alarmante cifra de homicidios de mujeres (los incorrectamente llamados «femicidios»), una estadística que la Provincia de Salta encabeza con holgura, tanto si se tienen en cuenta los datos de la organización privada Casa del Encuentro, como si se atiende a las cifras que elabora y procesa la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
De acuerdo a las estadísticas del máximo tribunal de justicia argentino, en 2014 se produjeron en Salta 16 homicidios de mujeres, lo que representa una tasa de 1,26 mujeres muertas cada 100.000 habitantes. Esta tasa duplica con creces la que en el mismo periodo registró la Provincia de Buenos Aires (0,55 muertes por cada 100.000 habitantes), muy cercana a la media nacional que es de 0,51 asesinatos.