
La Ciudad Judicial de Salta ha sido escenario esta mañana de una protesta realizada por un grupo de amigos y familiares de Santos Clemente Vera, el jardinero de San Lorenzo al que un tribunal de Salta revocó la absolución obtenida en un juicio plenario, condenó a prisión perpetua y envió a la cárcel sin esperar a que la sentencia sea firme.
Durante la protesta pacífica, en la que los manfiestantes exigieron la inmediata puesta en libertad del detenido, se produjeron dos hechos curiosos: El primero, una pancarta que recordaba que durante el juicio el perito oficial designado por tribunal juzgador -Daniel Corach- respondió de forma negativa («lamentablemente no») cuando uno de los jueces que lo conminó a responder por sí o por no a una pregunta sobre si halló material genético de Santos Clemente Vera en las muestras sometidas a estudio en su laboratorio.
El segundo, la afirmación de los manifestantes de que Vera debe ser considerado jurídicamente como preso político del gobierno de Juan Manuel Urtubey.
Desde el momento de su detención, tras la revocación de la sentencia absolutoria, Vera ha insistido en su inocencia y señalado que los verdaderos culpables del crimen de las turistas francesas aún permanecen en libertad. El padre de una de las fallecidas ha coincidido con Vera en este punto, mientras que el periodista francés Jean-Charles Chatard lleva 18 días reclamando que el jardinero sea considerado como «rehén de la razón de Estado».