
Culpable de asesinato en 1979. A Brandon Jones se le administró una inyección letal en una prisión de la ciudad de Jackson, a dos semanas de su 73 cumpleaños, dijo un portavoz de la administración penitenciaria.
Se trata de un hombre de raza negra, condenado por matar a un comerciante blanco en 1979, quien pasó más de 36 años tras las rejas. Sus abogados pusieron en marcha el martes la apelación final en el Estado de Georgia y de la Corte Suprema en Washington para suspender la ejecución, pero estos recursos fueron rechazados.
Doble castigo criticado en Estados Unidos. Para muchos el destino judicial de este hombre simboliza un "doble castigo" al que están sujetos ciertos presos estadounidenses que pasan décadas en régimen de aislamiento esperando la muerte. En un dictamen observado el año pasado, la Justicia progresiva del juez del Tribunal Supremo Stephen Breyer denunció estos "tiempos desafían la razón y socavan los cimientos punitivos de la pena de muerte".
Los expertos dicen, además, que muchos de los detenidos en el corredor de la muerte fueron condenados en un momento en que no podían tener acceso al sistema de defensa adecuada y que, juzgado por los mismos hechos, al día de hoy, ellos escaparían a la pena capital.