
Los hermanos enfermos son destinatarios privilegiados de este llamado. Al mismo tiempo, a todos se dirige la invitación del Señor que es propuesta de vida y espejo de nuestra conciencia: "estuve enfermo y me visitaron". Por eso el tiempo del Milagro nos invita a acercarnos con especial cuidado a ellos. Debemos ser para ellos una sonrisa de Dios que los acompañe en su dolor porque sabemos que unidos a Jesús, su sufrimiento es redención que completa la de Jesucristo.
Quisiera llegar a cada hermano enfermo a través de estas líneas para decirles que su situación y su dolor son los brazos del Señor del Milagro que, extendidos en la Cruz, sostienen a la humanidad que camina; para recordarles que están entre las manos de María del Milagro y para comprometerme con cada uno de ellos a rezar especialmente en esta Novena.
Un saludo cordial a los enfermos y también a sus familias que, muchas veces, experimentan la impotencia de no saber cómo acompañar. Un saludo a todos los que los cuidan, a los médicos, enfermeros, dirigentes de institutos de la salud, a los técnicos y profesionales, a los que limpian los hospitales y sanatorios, al personal de seguridad, a todos.
Que el Señor del Milagro nos bendiga y la Santísima Virgen nos cuide.
Fraternalmente.
Mario Cargnello
Arzobispo de Salta
8 de septiembre de 2014"
Fuente: Sede web del Arzobispado de Salta