Un oficial de la Policía de Salta, que presta servicios en esta localidad del Valle de Lerma, ha aclarado al diario El Tribuno (que es lo mismo que lanzar una proclama «al público y al clero») que «el amor no está prohibido, pero sí tener sexo en horarios y lugares donde no está permitida la circulación y aglomeración de gente».
Al parecer, las parejas de tortolitos de El Carril, en lugar de buscar la privacidad en los caminos menos concurridos y las sombras de los parajes con menos postes de luz, dan rienda suelta a sus más elementales instintos en lugares públicos e, incluso, lo hacen en donde no está permitida la aglomeración de gente.
O los amantes de El Carril, de tan cerca que se colocan de otros amantes provocan riesgo de contraer el coronavirus, o decididamente lo que se montan en El Carril son unas orgías multitudinarias «en lugares en donde no está permitida la circulación y aglomeración de gente».
Es por tanto necesario recomendar a los activos copuladores de El Carril que practiquen sus orgías en lugares permitidos y guardando la necesaria «distancia social». Desde luego que estos lugares no podrán estar cerca del río Pulares, pues la Policía tiene el sitio rejunado.
‘El que coge no circula’
La asociación Amor Libre de El Carril ha salido al paso de estas recomendaciones policiales diciendo que las parejas que se dan un revolcón en La Florida o en el río Pulares no están «circulando», precisamente.Así lo ha dicho una robusta militante que sostiene que practicar el sexo con su novio (un gordito de 126 kilos) ya es un problema estando la pareja en el mismo lugar, así que no se imagina tener que andar cargándolo para «circular» por la ribera del río.
«Nos cuesta llegar al orgasmo, así que calcule usted lo que en esas condiciones nos puede costar llegar a la estación del pueblo».
Pobladores de El Carril han solicitado a las autoridades que levanten esta prohibición, así como la ley seca que impera en el municipio.