‘Fondos genuinos’

  • La comunicación política salteña, que ya padece graves problemas de precisión en el uso del lenguaje, parece empeñada en darle al adjetivo ‘genuino’ un significado que no tiene.
  • Quien mal habla, mal gobierna

Hoy mismo, el gobierno provincial informa que «Salta Forestal invertirá fondos genuinos por arriendo en obras para puesteros y escuelas».


El gobierno no explica de ningún modo por qué considera «genuinos» a los fondos que la empresa estatal dice que invertirá. El error se repite en el cuerpo de la noticia en donde se puede leer: «La empresa utilizará recursos genuinos en módulos de abatimiento de arsénico en las escuelas aledañas y en infraestructura».

La única interpretación posible es que el gobierno o Salta Forestal, en vez de intentar matar el arsénico con recursos falsos o ilegítimos, se ha decantado por el empleo de recursos genuinos.

Y de ser así, el empleo de esta terminología da a entender que el gobierno, además de manejar fondos «genuinos», maneja también fondos truchos, de origen oscuro, provenientes quizá del lavado de dinero o de cualquier otra actividad ilícita. Y eso, por supuesto, no es verdad.

Tal vez lo que ha querido decir el gobierno es que esta vez utilizará un remedio verdadero contra el arsénico, ya que las veces anteriores ha colocado filtros de juguete, hechos de papel pintado. Parece un chiste, como el de aquel médico que medicaba a sus pacientes con Tic-Tacs, pero solo a los que eran amigos les daba remedios de verdad.

Dice la comunicación del gobierno que los fondos -los mismos a los que se califica como «genuinos»- provienen del cobro a las empresas concesionarias «producto de arriendo (sic) y otros conceptos». Quiere decir que si en vez de invertir lo que Salta Forestal ingresa por alquilar sus tierras a particulares, el dinero para curar el arsénico hubiera provenido del gobierno, a través de una partida presupuestaria, tal inversión no hubiese sido «genuina»; es decir, hubiera sido falsa o ilegítima.

Salvo que Salta Forestal se hubiera propuesto en algún momento llegar a algún acuerdo con el narcotráfico para que sea la mafia la que ponga el dinero o que algún falsificador le proporcione billetes falsos, en todos los demás casos, cualquiera sea el origen de los fondos, la inversión será «genuina». Es realmente absurdo que una ministra utilice esta expresión como sustitutiva de «recursos propios» y que además el error se cometa en una reunión del gabinete provincial.

Quizá la culpa esta vez no la tenga el mensajero.