En sus ocho años de gobierno, Urtubey no ha hecho nada por mejorar el acceso de los ciudadanos de Salta a Internet. Han sido en todo caso las empresas privadas y los ciudadanos usuarios quienes, de espaldas a la indiferencia gubernamental y muchas veces en contra de ella, han impulsado el crecimiento de la red y la mejora en la calidad de sus servicios. A pesar de ello, el acceso a Internet en Salta sigue marcado por la fragilidad, que se deriva de la condición periférica y dependiente de su backbone, y por su escasa innovación.
Después de casi 27 años, a la Cámara Argentina de Internet (antes conocida como Cámara Argentina de Bases de Datos y Servicios En Línea o CABASE) se le ha ocurrido la buena idea de crear en Salta un IXP (Internet Exchange Point), con los objetivos de hacer más eficiente el enrutamiento de los datos y minimizar los costes de interconexión entre los diferentes proveedores de servicios de Internet (ISP).
El problema es que el proyecto de CABASE llega un poco tarde a Salta, teniendo en cuenta que funcionan ya en el país 18 IXP, diez de los cuales, al menos, están instalados en ciudades de menor importancia demográfica y económica que Salta.
A fin de presentar su proyecto, CABASE reunirá esta tarde en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de Salta a representantes del gobierno (concretamente, la Dirección General de Tecnología y Sistemas del Ministerio de Hacienda), a usuarios y proveedores de servicio. El encuentro está programado para las 15.30 horas de hoy, día lunes 23 de mayo.
Si bien la iniciativa es privada, el gobierno de Salta no ha dudado en considerarse a sí mismo como «eslabón clave» en el futuro desarrollo de Internet, «ya que se constituiría en el agente que conecte y dinamice la participación de los organizamos intervinientes».
Pero lo que desean los organismos intervinientes es interconectarse entre ellos, sin la mediación del gobierno, pues aunque la participación del gobierno se intuye importante para el desarrollo de las infraestructuras, en la medida en que no ponga obstáculos regulatorios irrazonables, su intervención en el intercambio de los datos supondría un retroceso en la evolución de Internet.
Y en cuanto a la dinamización, si el gobierno se empeña en seguir «dinamizando» la participación de los diferentes ISP como lo ha venido haciendo en los últimos ocho años, podemos esperar sentados a que Internet dé en Salta el Salto que se viene postergando desde hace más de 10 años.