Poco después de que el Subsecretario de Tránsito de la Municipalidad de Salta anunciara que sus agentes iban a salir «afilados» esta noche a las calles, para multar a los infractores y evitar que estos evadan los puestos de control comunicando por Whatsapp el lugar en que se encuentran apostados, la popular aplicación de mensajería ha sufrido dos caídas masivas. La interrupción del servicio ha privado a millones de usuarios de enviar sus acostumbrados saludos de fin de año a familiares y amigos, y ha obligado a muchos a recurrir a otros medios alternativos, como el viejo y vilipendiado SMS o la mensajería de Twitter.
La caída de Whatsapp desmiente que la gestión del intendente Sáenz haya empezado -como se comenta- con el pie izquierdo. A poco de asumir, el nuevo regidor municipal de Salta ha encontrado las arcas vacías y debido enfrentar una huelga del sindicato Unión de Trabajadores Municipales.
Al parecer, la amenaza del subsecretario Garrido de «tolerancia cero» con los buchones de Whatsapp ha hecho entrar en pánico al sistema y dejado sin comunicación a medio mundo. La influencia de Sáenz de a poco va creciendo.
Evidentemente, la caída del Whatsapp favorece los planes estratégicos de los zorros de Tránsito, que por estas horas prenden velas a todos los santos para que se caigan también Telegram, Twitter y Facebook. Sin redes sociales será mucho más fácil atrapar a los infractores y «labrarles» unas hermosas actas por alcoholidad y velocemia.
Sin Whatsapp esta noche, un conocido diario de Salta se quedará sin contenido, ya que no recibirá por la vía acostumbrada las noticias sobre atropellos, peleas en la vía pública, perros lesionados, orinadores públicos y vehículos caídos en los canales de desagüe pluvial.
En suma, un Año Nuevo sin la más mínima gracia.