
El panfleto en cuestión dice textualmente (errores incluidos) lo siguiente:
«Ud pueblo de Cerrillos debe saber que: La Sra. Yolanda Vega en sus años de juventud ejerció sin ningún tipo de pulcridad la prostitución hasta conseguir llegar al poder; sin embargo su hijo también acogió el mal camino volcandose al narcotráfico. Ahora digame pueblo de Cerrillos Uds quieren un pueblo con corrupción, un pueblo donde reine la prostitución y la droga YO NO».Si efectivamente esta pieza literaria fue escrita por el exintendente Corimayo, lo más razonable sería pensar que ahora que tiene todo el tiempo del mundo por delante alguien le recomendara volver a cursar el quinto grado de la escuela Gobernador Solá, para que de este modo pueda superar sus serios baches sintácticos, sin descontar un stage en el Colegio de Psicólogos de Salta para que le ayude a resolver esas inconsistencias lógicas.
Echemos un rápido vistazo a estos graves errores:
1) No tiene sentido tratar al pueblo de Cerrillos primero de «usted» y luego de «ustedes». Parece que en medio de la lectura del panfleto, el pueblo hubiera sufrido un súbito incremento demográfico que autorice pasar, en veinte palabras, del singular al plural.
2) Si la actual Intendente ejerció efectivamente la prostitución «en sus años de juventud» (acusación falsa, por supuesto), parece ilógico pensar que continuara con esta actividad «hasta conseguir llegar al poder», pues esto ha sucedido hace unas pocas semanas atrás. O el ejercicio de la prostitución ha sido muy largo, o la señora Intendente todavía es muy joven.
3) De un ejercicio anterior de la prostitución no se puede derivar la consecuencia fatal de que el pueblo vivirá atenazado por la corrupción o los vicios. Eso es lo que sueña Corimayo pero no la realidad. El propio panfleto da a entender que el ejercicio de aquella actividad fue anterior a la conquista del poder y se agotó con esta. Es decir, la mentira cayó en su propia trampa.
4) El uso de la locución adverbial «sin embargo», para referirse al supuesta actividad ilícita del hijo de la Intendente parece desmentir la primera acusación (la de prostitución), ya que «sin embargo» significa «sin que sirva de impedimento».
5) Los malos caminos generalmente se «escogen» no se «acogen», como dice el panfleto.
6) ¿Qué es la «pulcridad»? Si con esa palabra inexistente han querido referirse a la «pulcritud» de la actual Intendente, el insulto sería bastante más ofensivo que la mera acusación de prostitución. No debemos dejarle a Corimayo que controle el idioma, porque si lo dejamos mañana será capaz de colarnos vocablos inventados como «pulcreza», «pulcrosidad», «pulcrimiento» o «pulcrición». Es probable que el panfleto haya querido decir que ejerción la prostitución «sin pudor», «sin empacho» o «sin vergüenza», pero esto de «sin pulcridad» es realmente desconcertante.
7) Por último, y teniendo en cuenta que el cien por cien de los habitantes del pueblo de Cerrillos no quiera vivir en un lugar en donde reinen la prostitución y la droga, es absurdo pensar que la nueva Intendente Municipal, en lugar de administrar decentemente, como corresponde a una mandataria electa por el voto popular, se dedique a promover aquellas actividades.
Lo que el panfleto no dice es que si los cerrillanos hubieran elegido Intendente al mismísimo Lucifer o al Marqués de Sade, cualquiera de ellos gobernaría mejor que Corimayo y Cerrillos sería un pueblo más próspero y decente.
