
La decisión ha sido comunicada pocas horas después de que el PJ celebrara su congreso y decidiera mayoritariamente que los candidatos a las próximas elecciones serán nominados por la denominada Comisión de Acción Política del partido, y no elegidos por el voto de sus afiliados.
En su escrito de dimisión, Kosiner habla de «un año de trabajo incansable» y con «pleno compromiso militante», pero a pesar de ello considera que una etapa se ha cumplido y que debe abandonar el cargo.
Según Kosiner, la «nueva etapa» está claramente vinculada al proceso electoral y con el nuevo mecanismo de nominación de candidatos aprobado por el congreso celebrado el pasado sábado 6 de febrero. En esta línea, el ya expresidente del PJ de Salta considera que el Consejo Provincial debe estar presidido por una persona «que coincida plenamente con esta nueva metodología de selección de candidatos», y no por él, ya que el mismo se considera una persona «no adecuada para ello».
La renuncia de Kosiner abre, efectivamente, una nueva etapa en el PJ salteño en la que el control del aparato partidario por parte del gobernador Gustavo Sáenz se hace evidente.
Sin embargo, no muchos afiliados coinciden con el renunciante y su «balance» en el que afirma que, bajo su presidencia, el PJ de Salta ha reabierto sus puertas «para que todos los sectores sintieran que no había barreras para nadie». Menos coincidencias ha generado la afirmación de Kosiner de que el PJ ha trabajado «con verdadera amplitud, tolerancia y ganas de ser útiles».