El Ministro de Gobierno de Urtubey afirma que Vilariño 'cobraba sin trabajar'

  • Juan Pablo Rodríguez dice que Urtubey echó a Vilariño de la Casa de Salta 'porque llevaba varios meses sin trabajar'. No aclara si durante esos meses cobró o no el sueldo. El funcionamiento de la Casa de Salta no parece preocupar mucho al gobierno.
  • El ministro de las minucias
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Entrevistado por la periodista salteña Marcela Pérez, el Ministro de Gobierno de la Provincia de Salta, señor Juan Pablo Rodríguez, ha expresado su opinión acerca del fulminante cese del exdiputado nacional José Antonio Vilariño como coordinador en la Casa de Salta en Buenos Aires.


Cabe recordar que el señor Vilariño fue designado en ese cargo por el propio Gobernador de la Provincia en virtud de la norma no escrita que manda a no desamparar a los ángeles caídos de su entorno.

Pero tras obtener su nuevo puesto (del que no se sabe por el momento lo que cobraba), el señor Vilariño decidió, como cualquier hijo de vecino haría, hacerle pito catalán al Gobernador que lo designó y abandonó su «espacio político» para formar otro.

El gesto no ha pasado desapercibido, desde luego, para las más altas instancias del poder salteño, y sobre todo para el Gobernador, que ni lerdo ni perezoso mandó a su mordedor de garrones -el ministro Rodríguez- a descalificar a Vilariño, pintándolo como el ser más abyecto del mundo.

Con ese lenguaje tan pulido que lo caracteriza y que demuestra su provechoso paso por aulas delicadamente perfumadas de incienso, el ministro Rodríguez ha dicho: «En los últimos meses no se había presentado a la Casa de Salta, no estaba trabajando. Está de más si milita a favor o en contra del que gobierna, y esas son las reglas del juego. No era un empleado planta permanente que cumplía un horario, entonces me parece absolutamente lógico que eso (la rescisión de su contrato) suceda».

La justificación es un poco extraña, porque si el señor Vilariño llevaba varios meses ausente de su trabajo (cobrando su sueldo, como se supone) y además era coordinador de Casa de Salta, ¿no habrá notado el ministro Rodríguez que la tal «Casa» estaba un poco desordenada o descoordinada?

La de Vilariño, por razones físicas demasiado obvia, es una presencia que se nota. Del mismo modo, su ausencia. Lo que se diría un vacío imposible de llenar.

Si la Casa de Salta funcionaba tan aceitadamente bien, tanto cuando Vilariño iba al trabajo como cuando no iba, ¿no es razonable pensar que el exdiputado tampoco trabajaba antes de romper con Urtubey?

Tal vez al ministro Rodríguez le ha faltado un poco de sinceridad y otro tanto de valentía para reconocer abiertamente que el señor Vilariño era -como muchos otros de los que allí están designados- un «ñoqui» desde el minuto cero de su contrato. ¿Es que acaso el Gobernador no lo sabía?

Por supuesto, Rodríguez no explicó ni explicará que cosas «coordinaba» exactamente Vilariño en la superpoblada Casa de Salta; así como tampoco puede explicar por qué un funcionario de tan alto rango como el Ministro de Gobierno, en vez de dedicarse a las funciones que están previstas con minucioso detalle en los 19 incisos del artículo 22 de la ley provincial 7905, se dedica a estos pequeños chanchullos políticos que tanto degradan el prestigio del cargo que ejerce.

Ya puestos a no explicar, el ministro Rodríguez no ha aclarado a los salteños que lo estaban escuchando si todos los designados y designadas por Urtubey en la Casa de Salta van a trabajar (como la cuñada de la señora Isabel Macedo, por ejemplo), y por qué motivos el Gobernador ha designado en la abultada nómina de la Casa de Salta en Buenos Aires a señoras y señores que residen a tiempo completo en la ciudad de Salta. Digamos que levantarse y tomarse el avión todos los días para ir a trabajar (como quien se toma el 7) no está al alcance de cualquiera.

Sorprendentemente Vilariño se convirtió en «noqui» solo cuando abandonó a Urtubey a su suerte. Antes, era el primer trabajador. Todo esto, según la versión del Ministro de Gobierno de Salta, que de otras cosas un poco más decentes no sabrá, pero que en materia de sanatas y contratos truchos es un consumado experto.

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