
Lo más curioso de esta celebración litúrgica es que los principales dirigentes peronistas del país se mostraron sin ningún tipo de pudor junto a personajes de la nomenklatura kirchnerista, como Andrés Larroque, El Cuervo, y varios intendentes del conurbano bonaerense que hasta hace poco tiempo mantenían una finísima sintonía con la presidenta Fernández de Kirchner.
Uno de estos actos -el más importante de ellos- se realizó en la peronísima ciudad de La Matanza, y más concretamente en el Patio de las Américas, de la universidad local, en donde ejerció como anfitrión Fernando Espinoza, quien a la vez es presidente del PJ bonaerense. A su lado, el excandidato a presidente Daniel Scioli, el presidente del PJ nacional, José Luis Gioja, la Intendenta local, Verónica Magario; la Gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, el expresidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez; los diputados kirchneristas Carlos Kunkel, Teresa García, Diana Conti y Juliana Di Tullio, y los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Walter Festa (Moreno), Gustavo Menéndez (Merlo) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas).
Notable fue, sin dudas, la ausencia en el proscenio el fotogénico y mediático Gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, más inclinado hacia el gobierno de Macri, aunque todavía no se sabe si por convicción o por interés.
«Ante las necesidades enormes que hay hoy, la Argentina necesita un peronismo que esté unido al lado de los humildes, los trabajadores y la clase media», dijo el siempre peronista Scioli al inicio de su discurso de poco más de cinco minutos. Después de destacar el «espíritu de unidad» (viejo fetiche del peronismo disperso), cargó las tintas contra el presidente Mauricio Macri, al que no llamó por su nombre.
Un poco más tarde, fue Gioja el que tomó el testigo y se sumó a las críticas de Scioli contra Macri. El revivido presidente del PJ describió a su partido como «una oposición responsable y dispuesta a ayudar al gobierno».
Terminado el acto, dice La Nación que hubo «distensión y balance». Muchos se preguntaron irónicamente dónde estaba Urtubey, mientras tironeaban una costilla en El Mangrullo, el restaurante del Intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, que acostumbra a servir de escenario a tertulias peronistas en esa localidad bonaerense.
Los kirchneristas no faltaron al asado. Incluso se sumaron exfuncionarios de Cristina Kirchner y Scioli que el 10 de diciembre saltaron a las filas de Magario en La Matanza, como el exdiputado Roberto Feletti, actual secretario de Economía del municipio; la exministra de Industria y hoy secretaria de Producción, Débora Giorgi, y Alejandro Collia, exministro de Salud bonaerense y actual secretario del área en el municipio.
Fuente: La Nación