Para el presidente de la Cámara de Diputados de Salta, en España no hay ayuntamientos sino 'alcaidías'

  • Así se desprende del texto de un proyecto de declaración registrado recientemente en la mesa de entradas de la cámara baja salteña.
  • Diputados ágrafos

Con el mismo fervor patriótico del que siempre ha hecho gala, el señor Esteban Amat Lacroix ha sometido a consideración de sus pares y no tan pares, un proyecto para -atención- declarar del «interés» de la Cámara de Diputados de Salta la próxima inauguración de algo que se llamará Patio Federal Argentino en lo que viene siendo la casa de los padres del general José de San Martín, que aún se conserva en un remoto pueblo de la provincia de Palencia, al norte de España.


El pueblo en cuestión -Cervatos de la Cueza- tiene un poco más de trescientos habitantes y en él se encuentra la casa natal de don Juan de San Martín, padre del Libertador de América.

El caso es que desde la remota Salta la Cámara de Diputados ha querido manifestar su entusiasmo por la inauguración del Patio, que muchos sanmartinianos de pro esperan que no sea castigado con el abandono, como sucede con el Patio de las Empanadas, sito en la Avenida San Martín esquina con la calle Esteco, de la ciudad de Salta.

Consultadas fuentes de la corporación municipal de Cervatos de la Cueza, han adelantado que disponen de una importante cantidad de chalecos azules en cuyo dorso lucen las iniciales PFA, pero al enterarse las autoridades locales que las letras no corresponden a Patio Federal Argentino (sino a Policía Federal Argentina) han decidido guardarlos para una mejor ocasión.

Mientras esto ocurre en el norte de Palencia, en Salta el señor Esteban Amat Lacroix ha pedido el voto de sus colegas diputados para una iniciativa que dice que la inauguración del PFA será «entre» (sic) la emisora radial Cadena 3 Argentina y «la Alcaidía de Cervatos de la Cueza».

Sin embargo, en este pueblo no existe ninguna cárcel ni ningún sitio real, por lo que se supone que no hay ningún alcaide entre sus escasos habitantes.

Lo que es probable es que la mentalidad carcelaria y represora del presidente de la Cámara de Diputados de Salta le haya jugado una mala pasada, y que en vez de escribir «Alcaldía» haya escrito «Alcaidía», que suena como más autoritario, más policial y más rotundo.

Pero lo que parece más correcto no lo es tanto -al menos desde el punto de vista institucional- pues se supone que si el acto de inauguración es oficial del gobierno local (y no solo de su Alcaldesa), la ceremonia no se realizará «entre» una radio argentina y la «Alcaldía», sino entre representantes de la República Argentina y el pleno de la corporación municipal de Cervatos de la Cueza; es decir, entre oficiales argentinos y el Ayuntamiento local.

Después de repasar pacientemente el acta de labor parlamentaria del día ayer, cualquiera puede comprender que en Salta los diputados y diputadas, autores de pomposos proyectos, no tengan la menor idea de lo que escriben, de los lugares que mencionan, de las autoridades concernidas y de los límites de sus propias competencias. Nos debería escandalizar saber que tenemos diputados y diputadas completamente ágrafos, que solo cultivan (y a veces con notable dificultad) el arte de la lengua mota y que frente a un papel en blanco se ponen aún más pálidos que él.

Y esos son los mismos señores y señoras que han habilitado -casi con murmullos- la reforma de nuestra Constitución. Tengámoslo presente.