El diputado Giacosa insiste con su proyecto de ley para restringir el uso de la pirotecnia en Salta

El diputado provincial Guido Giacosa ha anunciado que, por tercera vez en el mismo curso parlamentario, su proyecto de ley para restringir el uso de la pirotecnia en Salta subirá al recinto para su tratamiento. El legislador se ha mostrado no obstante escéptico sobre la posibilidad de que sus colegas diputados se avengan a debatir la iniciativa y a someterla a votación.

Según el señor Giacosa, su proyecto cuenta ya con dictamen, pero éste solo ha sido suscrito por cinco miembros de la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados de Salta. Falta, en consecuencia, una firma más (la del diputado Lucas Godoy, presidente de dicha comisión) para que se abra el debate.

Advierte Giacosa que si sus compañeros diputados no tratan el proyecto la sesión de hoy, la iniciativa seguirá durmiendo en Comisión de Legislación General a la espera de ser reflotado el próximo año.

Una verdadera patología social

Según el legislador, el uso de la pirotecnia produce cada años un número importante de heridos con graves secuelas como mutilaciones y cegueras permanentes.

El proyecto que impulsa Giacosa -que no aboga por la prohibición total del uso de productos pirotécnicos sino que apunta a prohibir su manipulación por personas inexpertas- cuenta con el aval de 12.000 firmas presentadas por la Asociación Protectora de Animales (APAN).

Giacosa recuerda que la pirotecnia se encuentra prohibida, por norma de rango legal, en las provincias de Tierra del Fuego (desde 1996), de Neuquén (desde 2012) y de Mendoza (desde 2013). A ello se suma la prohibición, a través de normas de derecho local, en una docena de municipios del país.

El diputado piensa que, al tratarse de elementos explosivos o con capacidad de producir fuego, el uso de los mismos debe estar reservado a personas que demuestren competencias necesarias para no poner en riesgo su integridad y la de sus semejantes.

Recuerda también que la atención sanitaria a los heridos por artefactos pirotécnicos tiene un alto costo para la salud pública, y que hay poderosas razones que impulsan a velar por los intereses y el bienestar de otros damnificados indirectos, como son las personas mayores, los niños y las mascotas.