Tras más de una década de concubinato trifásico, el conocido carro panchero Tío Silique, ha formalizado con papeles su matrimonio con la empresa de distribución eléctrica EDESA. Portavoces de esta empresa han anunciado que el sandwichero finalmente pagó su deuda (la cual debe haber sido calculada a ojo, ya que carecía de medidor) y que ahora ambas partes han prometido llevar sus relaciones por el camino de la legalidad.
Fuentes no oficiales cercanas a EDESA han comentado que el carro de Silisque llevaba años chupando energía eléctrica de la red de alumbrado público, a través de una conexión clandestina, que la distribuidora descubrió y desactivó varias veces; tantas como las que el kiosco volvió a restablecerla.
Aún se desconoce si el costo de la factura de la luz repercutirá sobre el precio de los sandwiches que pagan los consumidores o si, por el contrario, será absorbido por el próspero Silisque, quien recientemente firmó un acuerdo con la Municipalidad, después de que sus inspectores intentaran clausurarlo varias veces, sin éxito.
Se comenta que durante su última visita al Centro Cívico Municipal, el sandwichero solicitó la contraseña del wi-fi del lugar, pero con buen criterio le fue denegada.