A Miguel Isa le hubiese gustado ser invitado a la mesa de consenso de Romero

Con un solo movimiento, el Intendente de Salta, Miguel Isa, le ha juntado la cabeza a sus dos principales contrincantes para 2015.

Haciendo gala de la elegancia de un torero, de la rapidez de reflejos de un boxeador y la precisión de un cirujano, Isa ha admitido que, de haber sido invitado, hubiese participado en la convocatoria de Juan Carlos Romero que derivó en los llamados “Consensos de cambios para el progreso de Salta”.

Las afirmaciones de Isa, efectuadas al diario La Gaceta, asestan un golpe certero a Juan Manuel Urtubey (tan refractario al diálogo que, según se dice, ni siquiera habla con sus ministros) y a Romero (que aconsejado por el ala más sectaria del romerismo se inhibió de invitar a Isa a su mesa, por temor a perder protagonismo), dejando a ambos tiesos y descolocados.

Según La Gaceta, Isa valoró «la intención de dialogar» de Romero, pero lamentó que la convocatoria hubiese sido sesgada: «me parece interesante lo que hicieron, pero a mí no me invitaron».

Si lo hubieran hecho, «seguro que iba y daba mi punto de vista», ha dicho Isa, quien en los últimos meses ha desplegado una intensa y casi inédita agenda de contactos con dirigentes políticos y sociales de Salta, de cara a un gran pacto de gobernabilidad.

Isa, que se define a sí mismo como «un defensor del diálogo político», ha aprovechado la ocasión para marcar las diferencias con quien seguramente será, para él, el candidato a batir en 2015: «la diferencia es que yo convoco a todos: oficialistas y opositores», ha dicho con claridad y énfasis el Intendente.

Finalmente, Isa se refirió a la propuesta de Romero y su séquito de reformar la Constitución de Salta para limitar las reelecciones del Gobernador de la Provincia. En tal sentido dijo: «está bueno que quieran reparar el error que cometieron».

El mensaje -evidentemente- no se dirige solo a Romero (beneficiario inmediato de aquella apresurada y vergonzosa enmienda de 2003) sino también a Urtubey, que fue quien la diseñó y la impulsó en las sombras (especulando con convertirse en beneficiario mediato), en contra de los deseos de buena parte de los dirigentes justicialistas de aquella época y del 60 por cien del electorado de la Provincia.

De no haberse llevado a cabo en su día aquella operación de reforma casi clandestina, hoy nadie discutiría a Isa como candidato a Gobernador de Salta.