
La misma sentencia absuelve a Daniel Armando Córdoba (44), por el beneficio de la duda, y a Héctor Daniel Orquera (43) y Abel Alejandro Martín (32) por no haberse sostenido su acusación hasta el final del proceso.
El magistrado ordenó que tan pronto la sentencia adquiera firmeza, los dos condenados ingresen en prisión. La sentencia prohíbe también a los condenados a acercarse a menos de 400 metros del lugar de residencia o de trabajo de la víctima.
Los hechos
José Cayetano Sulca presentó su denuncia el 26 de mayo de 2014. En su relato dijo que el 21 de mayo de ese mismo año, alrededor de las 10, cuando se encontraba trabajando en los cerros de la localidad de Santa Bárbara, ocho efectivos policías de civil se presentaron en el lugar y se lo llevaron detenido a la Subcomisaría de Guachipas, para que prestara declaración.Alrededor de las 23 horas del mismo día, lo introdujeron en una oficina, en la que había otros cinco efectivos vestidos de civil. Durante el interrogarorio le preguntaron si había matado a Noelia Rodríguez. Lo inducían a confesar el crimen al tiempo que lo golpeaban en la boca del estómago, le daban cachetadas, le tiraban de los cabellos y lo pateaban en las rodillas. Sulca precisó que fueron cuatro los efectivos que lo agredieron en ese momento.
Al día siguiente, 22 de mayo, lo trasladaron a la fiscalía para que declare. El denunciante precisó que en ese momento no contó que lo habían golpeado porque tenía miedo. Posteriormente lo trasladaron nuevamente a la dependencia policial de Guachipas. Esa misma noche lo llevaron a una habitación con dos camas. Le ordenaron que se tire al suelo y volvieron a insistirle con que “diga la verdad”, “que diga dónde estaba el cuerpo”.
Sulca contó que él les repetía que no sabía de qué le hablaban y que era inocente. En el lugar había ocho efectivos, pero los que lo agredían eran los mismos cuatro de la primera vez. La víctima declaró que uno de los efectivos le introdujo el arma reglamentaria en la boca, la gatilló y posteriormente lo amenazó con volverlo a hacer, pero esta vez con la pistola cargada.
Posteriormente, Sulca fue liberado en Santa Bárbara.
Fuente: Poder Judicial de Salta