El acusado, un hombre de 67 años, fue declarado culpable de los delitos continuados de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia preexistente con una menor de edad; abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la guarda y la convivencia preexistente, y corrupción de menores agravada por el vínculo, la guarda y la convivencia preexistente.
Según la información oficial del Poder Judicial de Salta, el hombre fue denunciado por una de sus hijas mayores, luego de que salieran a la luz las agresiones sexuales a que el hombre había sometido a la menor de sus hijas desde que tenía 7 años hasta que cumplió los 14.
El mismo portavoz de prensa dice que la denunciante fue citada por la directora de la escuela a la cual asistía su hermana menor porque la habían encontrado llorando dentro del establecimiento. Cuando le preguntaron a la niña a qué se debía, contó que su padre abusaba sexualmente de ella desde pequeña. Dijo también que las agresiones sexuales se incrementaron luego de que su madre se separó del denunciado y ella y sus hermanas menores quedaron viviendo solas con él.
La pequeña dijo que no había dicho nada antes su padre y agresor le advertía que, si lo acusaba, él podía ir preso y ella se quedaría sola con sus hermanas.
De acuerdo con la información oficial, el condenado cumplirá la pena impuesta en prisión domiciliaria, debido a los problemas de salud que padece, corroborados -según el portavoz judicial- por su historia clínica.
La señora Montoya Quiroga ha prohibido al condenado mantener cualquier tipo de contacto con la víctima. El condenado fue despojado de la autoridad parental y la decisión judicial fue comunicada al Registro Civil.
El condenado deberá someterse también a la extracción de material genético a los fines previstos en las leyes vigentes.