Una pareja se pelea a palos y empata en los tribunales

  • Un hombre y una mujer que se denunciaron mutuamente por agresión y lesiones fueron condenados a una pena idéntica por la juez salteña señora María Victoria Montoya Quiroga.
  • Juicio penal en Salta

La sentencia fue pronunciada al cabo de un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala II del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta, a la que pertenece la señora Montoya Quiroga.


Según el hombre, su expareja lo agredió con un hierro y le produjo lesiones en los brazos al intentar defenderse. En otra ocasión, la mujer eligió un palo para golpearlo -siempre según su versión de los hechos- y con una piedra le rompió la luna trasera de su automóvil.

La mujer, por su parte, dijo que en medio de una discusión con su expareja, el hombre se abalanzó sobre ella y la tomó fuertemente del cuello, pero cesó en su agresión cuando la hija de ambos comenzó a llorar. No obstante, según denunció la mujer, antes de retirarse del lugar, el hombre le arrojó un objeto pesado que ella logró esquivar, pero que terminó golpeando a la pequeña hija.

Para la señora Montoya Quiroga fue un empate, pues condenó a mujer (de 24 años) y al hombre (de 40) a una pena seis meses de prisión de ejecución condicional por los delitos de lesiones leves agravadas por mediar relación de pareja preexistente (dos hechos), desobediencia judicial y daños. Sobre el hombre pesaba una condena anterior, de modo que la jueza procedió a unificar las penas en un año de prisión de ejecución condicional.

Durante dos años, tanto el hombre como la mujer deberán fijar domicilio, abstenerse de consumir sustancias estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas, adoptar oficio, arte o profesión, someterse a tratamiento psicológico para el control de los impulsos, previo informe que acredite su necesidad y eficacia y presentar las constancias correspondientes; abstenerse de ejercer actos de violencia física o psíquica «recíproca», según reza literalmente el parte oficial del Poder Judicial de Salta.

Se entiende, no obstante, que ninguno de los dos condenados podrá, durante el tiempo que duren las reglas de conducta, ejercer violencia contra el otro, haya o no reciprocidad.

Montoya Quiroga ha ordenado la extracción de muestras de ADN de ambos condenados para su registro en el banco de datos genéticos.