
La información oficial del Poder Judicial de Salta dice que el hombre se había apoderado de siete envoltorios con jamón crudo, que se hallaban exhibidos en la góndola de un supermercado, guardándolos en su campera.
La acción fue advertida por una empleada del servicio de seguridad, que dio aviso a un vigilante de la puerta, quien detuvo al hombre.
Del relato oficial se desprende que, en el mejor de los casos, el hombre habría intentado cometer un hurto, mas no un robo, pues no surge de la narración que el hombre hubiera empleado fuerza en las cosas o violencia sobre las personas.
En la misma sentencia, el hombre fue absuelto de las acusaciones de amenazas y violación de domicilio.
Diferentes varas de medir
En marzo pasado, el Juzgado Penal de la ciudad aragonesa de Teruel condenó a penas de entre un año y seis meses de prisión a seis personas que en mayo de 2012 robaron más de 600 jamones de denominación de origen 'Jamón de Teruel', que luego vendieron a establecimientos hosteleros y a particulares por 35 euros cada uno, es decir, la mitad del precio.Teniendo en cuenta que el peso medio de una pata de jamón de Teruel es de unos 7 kilos, el total de lo sustraído en este hecho ascendió a 4.200 kilos del producto, por lo que la pena mayor impuesta (un año de prisión) supone algo así como un día de prisión por cada 11,5 kilos robados.
En Salta no solo el jamón crudo es más caro, sino también el delito, puesto que el condenado se apoderó (más bien, intentó apoderarse) de 7 envoltorios de jamón que, en el cálculo más conservador, sumaría unos 1.500 gramos del producto. Teniendo en cuenta los seis meses (mínimos) que ha pasado en la cárcel, el condenado ha debido pagar un día de prisión por cada 8,3 gramos hurtados.
Teniendo en cuenta que el condenado salteño no llegó a consumar el hurto, porque fue sorprendido en el intento, puede decirse, bien que la maniobra le salió carísima, o bien que nuestros jueces son implacables y que aplican sin miramientos el principio dura lex sed lex.
Lo que por estas horas se intenta establecer es si el supermercado de Salta que denunció al jubilado por intentar llevarse el jamón crudo sin pagar, es el mismo que le vendió a una vecina del barrio Atocha II una bolsa de papas fritas con una rata muerta adentro.
¿Es la ley igual para todos?