
El juez señor Pablo Farah, que integra la Sala III del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta, ha condenado a la pena de prisión de cuatro años, de cumplimiento efectivo, a un hombre de 71 años al que encontró culpable de un delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y otro de suministro gratuito de estupefacientes.
Farah ha ordenado el decomiso de la droga y dispuesto que el suministrador ingrese en la cárcel local.
Según el portavoz de prensa del Poder Judicial salteño, el condenado comenzó a ser investigado a raíz de la denuncia de sus vecinos del barrio 17 de Octubre de la ciudad de Salta, quienes lo señalaron como supuesto vendedor de estupefacientes.
Tras ser delatado por la larga lengua de los «batidores» locales, la Policía investigó al supuesto «dealer», llegando a establecer que vendía drogas en el barrio, pero solo por la tarde (las mañanas las dedicaba a sus quehaceres) y con la ayuda de «teros» o «campanas» que chiflaban para avisarle de una posible presencia policial.
Pero las malas mañas del condenado no se detienen allí, puesto que la Policía averiguó también que suministraba gratuitamente pasta base a «jovencitas de la zona», no para hacerse el simpático sino para lograr que las citadas jovencitas permanecieran en su domicilio.