
La información oficial dice que Primucci ha condenado a la pena de seis años de prisión efectiva a un hombre de 80 años al que encontró culpable de un delito de abuso sexual con acceso carnal.
El hombre no va a ingresar efectivamente en prisión, a pesar de la cuantía de la pena impuesta. La razón de esta dispensa es que el condenado pertenece a un grupo de riesgo frente a la amenaza del coronavirus.
Una vez que la sentencia sea firme, el condenado deberá someterse a un examen genético, para que su ADN quede inmortalizado en el banco de datos creado para los agresores sexuales y autores de otros delitos graves.
Según el relato del portavoz de prensa del Poder Judicial salteño, la víctima es hijastra del acusado, pues en Orán (o en Aguas Blancas, donde sucedió el hecho) parece que es normal que un hombre que por su edad podría tener hasta bisnietos, tenga una hijastra menor de edad.
De la información oficial se desprende que la víctima es menor de edad (o lo era al momento de los hechos) puesto que al pie de la noticia se ha añadido la tradicional aclaración de «Se omitió el nombre completo de las personas involucradas para preservar la identidad de la menor y su derecho a la intimidad y confidencialidad, en virtud de la Convención de los Derechos del Niño (artículo 75, inciso 22 de la Constitución Nacional, Ley 23849) y las Leyes 26061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y 26522 de Servicio de Comunicación Audiovisual».
El caso es que la víctima se presentó en la casa de su salaz padrastro para pedirle dinero para comprar «sus pastillas». El padrastro le dijo sin embargo que si quería dinero debía mantener relaciones sexuales con él, pero como la víctima se negó, el hombre la violó.
El hecho sucedió el día 11 de abril del año pasado en la localidad fronteriza de Aguas Blancas.