
La medida afecta al que a la fecha de los hechos era el jefe de la Subcomisaría de El Dorado, comisario Walter Ezequiel Omar Mamaní, al subjefe, cabo Juan Francisco Giménez y a los sargentos Sergio Argañaraz y Julia Díaz.
Un quinto detenido, el cabo Franco Matías Vizgarra, ha recuperado su libertad por entender el magistrado que la imputación fiscal carece de sustento probatorio.
Walter Mamaní, que se encuentra detenido en dependencias policiales de la ciudad de Salta, ha sido imputado de un delito de abuso de armas agravado, otro de privación ilegítima de la libertad, otro de falsedad documental y otros de vejaciones agravadas con fines de venganza. El perjudicado es el joven Luciano Diez.
Por su parte, Giménez, Argañaraz y Díaz deberán responder por los mismos delitos, presuntamente perpetrados durante la madrugada del pasado día 28 de junio, excepto la falsedad documental cometida presuntamente durante los primeros días del mes de julio.
Según la denuncia de Luciano Diez, los policías dispararon cuatro tiros al aire con las armas que portaban, con la intención de amedrentarlo. Pero luego fueron a casa de su madre y lo sacaron de allí, privándolo de su libertad por espacio de al menos siete horas. Diez denunció también malos tratos y humillaciones en el interior de la celda en la que fue recluido.
Anulación parcial de las diligencias fiscales
El juez Guzmán Salustros ha anulado las diligencias practicadas por la fiscal Verónica Simesen de Bielke en las comunicaciones telefónicas del detenido Mamaní. El magistrado ha considerado que la fiscal no respetó los protocolos a la hora de incorporar las pruebas al expediente, no recabó la preceptiva autorización del juez para examinar los teléfonos y que hizo peritar los aparatos sin la presencia de las partes.Al declarar estos actos procesales nulos de nulidad absoluta, el magistrado ha echado para atrás, al menos temporalmente, la acusación de encubrimiento y connivencia con el comisario Mamaní formulada por Simesen contra el auxiliar fiscal Sergio Dantur.
Guzmán Salustros ve indicios de un posible delito de falso testimonio en las declaraciones de Ramiro Baltazar Serrano y Diego Jacinto Figueroa Orquera (ambos amigos de Luciano Diez) y de la madre de este, Iris Waildelich. Por tal motivo, el Juez de Garantías ha abierto pieza separada y remitido las actuaciones a la fiscal Simesen de Bielke a fin de que abra una investigación sobre estos hechos.
La resolución del Juez de Garantías afirma que Serrano y Figueroa Orquera dijeron en un primer momento que habían estado jugando a videojuegos en la casa de Luciano Diez hasta las 4 de la madrugada, pero posteriormente cambiaron su declaración y dijeron que habían estado en una fiesta. Por su parte Waildelich -según el juez- habría cambiado su declaración con la intención de incriminar a un policía.