Juzgan en Salta a una exmonja por abuso sexual continuado a una menor de edad

  • El magistrado señor Javier Araníbar, de la Sala I del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta, preside desde esta mañana el juicio oral que se sigue contra una exmonja de 46 años, acusada de un delito de abuso sexual simple continuado y otro de abuso sexual gravemente ultrajante continuado, en concurso real.
  • Juicio penal en Salta

Según la información oficial del Poder Judicial, los hechos enjuiciados se remontan a varios años atrás, cuando la presunta víctima -que hoy tiene 20 años- era aún menor de edad.


Durante la primera sesión del juicio se procedió a dar lectura al escrito fiscal de requerimiento de juicio y a escuchar la declaración de la acusada, quien no accedió a responder preguntas. Posteriormente prestó declaración la denunciante y la presunta víctima de los delitos, quien solicitó declarar sin la presencia de la acusada.

De acuerdo con el relato oficial del Poder Judicial salteño, la exmonja, que trabajaba en la parroquia de la Santa Cruz, perteneciente al Instituto Religioso Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, negó rotundamente los hechos en que se fundamenta la acusación.

La mujer afirmó que jamás estableció una relación de confianza con la madre de la víctima como para que aquella la dejase a su cuidado. Afirmó que no podía moverse de la parroquia sin pedir autorización a sus superiores y que nunca llevó a la víctima (menor de edad al momento de los hechos) a los baños públicos de la iglesia. También negó haberle hecho regalos personales porque tenía votos de pobreza y debía entregar a la congregación todo lo que recibía de los feligreses. Dijo que, por sus actividades, no estaba casi nunca en la parroquia. Refirió además que había cámaras en el templo y que, si alguna de las monjas se demoraba demasiado en hacer su tarea, la mandaban a llamar. En la iglesia la conocían como hermana Magdalena.

La joven que sostiene haber sido agredida sexualmente por la monja, dijo que los abusos comenzaron cuando ella, la declarante, tenía alrededor de cinco años. Contó que en aquella época también sufría abusos sexuales y malos tratos por parte de su padrastro y que la exmonja era la persona con la que ella hablaba de esta situación. Refirió que la religiosa le aconsejaba que no dijera nada y que esté tranquila porque ella la iba a cuidar. Afirmó que los abusos sufridos en la parroquia no eran como los de su padrastro, ya que la monja “ella era más sutil”.

La presunta víctima contó también que su madre la llevaba a la parroquia con frecuencia porque un tío suyo cura pertenecía a la misma congregación. Por esta razón entablaron contacto con las monjas y con Magdalena en particular. “Mi mamá me dejaba al cuidado de ella. Yo le decía tía Magda. Mi padrastro no me dejaba tener amistades. Zarza era la persona con la que yo hablaba”, dijo la joven denunciante.

Acerca de los abusos, la joven refirió que los tocamientos ocurrieron en Lumbreras, en una oportunidad en la que la monja la llevó de viaje a ese lugar. Y los otros hechos se dieron en los baños públicos y en un salón de la parroquia. En todas las oportunidades ambas estuvieron solas. “Ella me tocaba con el pretexto de higienizarme bien. Me decía que me quería cuidar porque me tenía cariño”, añadió. La denunciante sostuvo que la última vez que ocurrió ella tenía 8 o 10 años. Luego no la volvió a ver por mucho tiempo porque la religiosa se fue de viaje. A los 11 años, la encontró de nuevo en la parroquia pero su trato hacia ella ya no era el mismo: “Me ignoraba. Pensé que yo había hecho algo mal –dijo-. Al poco tiempo nos fuimos a vivir a otra provincia”.

Según la información oficial del Poder Judicial de Salta, está previsto que las sesiones del juicio se extiendan hasta el próximo día miércoles 6 de noviembre.