
Oficialmente, la razón de la prohibición es el riesgo de incendio, que si ya es elevado para esta época del año en todo el entorno natural de El Huaico por la sequedad del ambiente, lo es mucho más en el interior de los perfumados recintos judiciales, en donde hay más de un magistrado que ya está «incinerado» y hay otros cuantos, considerados «inflamables» que solo esperan que un fiscal designado a dedo les acerce un fósforo encendido.
La prohibición emitida por la Secretaría de Superintendencia comprende:
1) El encendido de velas (empleadas y empleados solteros, abstenerse de invocar a San Antonio).
2) Los sahumerios (da igual si vienen del Caburé o de alguna feria americana).
3) La quema de papeles.
4) El fumar en las instalaciones del Poder Judicial.
Salvo la prohibición de fumar, que viene establecida por normas superiores y por motivos sanitarios más que flamígeros, lo curioso del mandato de la Corte es que no se puedan quemar papeles.
Con la despapelización organizada a alto nivel por el juez Vittar, las notificaciones electrónicas y el data center, cada vez quedan menos papeles en la Ciudad Judicial que sean aptos para prenderles fuego.
Recientemente la Corte ordenó un amplio expurgo, de modo que los expedientes viejos se convertirán pronto en papel higiénico y no podrán ser quemados.
A pesar de la medida anterior, algunos magistrados que ocupan un ala bastante bien identificada del edificio que comparten el Poder Judicial y el Ministerio Público de Salta andan buscando la forma de quemar la Acordada 12168 de 2016, por la que se autoriza la designación de jueces jubilados, para que no queden ni rastros de ella así como tampoco de quienes la firmaron. Al menos mañana no podrán proceder a esta tan esperada quema, so pena de caer bajo la potestad sumarial de la Secretaría de Superintentendencia.
Dejando a un lado el hecho de que a algunos jueces y juezas se les han quemado los papeles -metafóricamente hablando- el único que papel que merecería la pena ser quemado en una pira funeraria al estilo hindú es la circular 110/19 de la Secretaría de Superintentencia, que más daño ha hecho al medioambiente con el interminable encabezado «inclusivo» que se dirige a ‘magistrados’, ‘magistradas’, ‘funcionarios’, ‘funcionarias’, ‘empleados’ y ‘empleadas’ que el que podría provocar el humo que provoca la ardedera de confeti, acullicos servidos y dólares falsos, que en estas fechas sirve para espantar los malos espíritus, y que bien harían en alejar a los que habitan en algunos rincones diabólicos del enorme edificio gris que se levanta detrás del quirquincho de hojalata.
