Gallo, Pollo y Catito se sientan en el banquillo de los acusados de la avícola judicial de Salta

  • Los magistrados señores Norma Beatriz Vera, Maximiliano Troyano y Roberto Lezcano juzgan desde ayer la responsabilidad penal de dos hombres, padre e hijo, acusados de matar de un disparo a un joven de 22 años en Salta.
  • Juicio penal en Salta

En el banquillo de los acusados se sientan José Asencio Choque (53), alias Gallo, y su retoño, Juan José Choque (26), alias Catito. Ambos deberán responder por la muerte del joven Leonardo Martín Farfán (22), ultimado de un disparo en junio del año pasado en el barrio Solís Pizarro, ubicado al oeste de la ciudad de Salta.


Según el parte de prensa judicial, Gallo y Catito, que aquella noche iban armados, se acercaron a un grupo de jóvenes que bebía cerveza en la calle. Gallo llevaba un arma de fuego hechiza (sic) y Catito un machete.

Padre e hijo interpelaron a los bebedores callejeros exigiéndoles información acerca de un tal Gordo Kiko que al parecer tenía una máquina para hacer tatuajes que era de su propiedad.

Los interpelados informaron a Gallo y Catito que ni el Gordo Kiko ni la tatuadora se encontraban en el lugar, y exigieron a padre e hijo que se retiraran.

A raíz de este pedido se generó una discusión y Gallo no tuvo mejor ocurrencia que efectuar un disparo al piso. Como era de esperar, el grupo de bebedores reaccionó intentando amedrentar a padre e hijo para que se alejaran. Fue en aquel fatídico momento que Gallo apuntó su arma hechiza contra Leonardo Martín Farfán y le disparó a la altura del tórax. Mientras tanto, Catito, haciendo honor a su apodo, blandía el machete a modo de catana para proteger a su padre. Al de huir de la escena del crimen, y no antes de recibir una pedrada en la cabeza, Gallo realizó otro disparo al aire.

El infortunado Farfán fue trasladado en grave estado al Hospital San Bernardo en donde habría de fallecer.

La hora de Pollo

A varios cientos de kilómetros del barrio Solís Pizarro, el pundonoroso juez don Raúl Fernando López, integrante de la Sala II del Tribunal de Juicio de la ciudad de Orán, juzgó y condenó al ciudadano Alejandro Víctor Saban, de 24 años, conocido por su alias de Pollo.

El juez lo encontró culpable de un delito de daños y le impuso una pena de cuatro meses de ejecución condicional.

Según el relato judicial, cuando estaba algo machadito, Pollo intentó colarse en una fiesta, pero como el dueño del baile se dio cuenta de su estado y de que era un party crasher le denegó el acceso. Furioso, Pollo le prendió fuego a una moto que se encontraba estacionada en el pasillo.