
Desde entonces, Gerónimo permanecía prófugo de la justicia y hasta llegó a grabar un vídeo en el que anunciaba su «tránsito a la clandestinidad».
La operación Febrero Blanco se llevó a cabo por la Gendarmería Nacional bajo la dirección del Juzgado Federal Nº 1 de la ciudad de Salta. La investigación previa al golpe contra los narcos llevó algo más de dos años.
Tras la intervención del alijo, el juez federal salteño señor Julio Leonardo Bavio ordenó practicar registros en ciudades como Santiago del Estero, Resistencia, Santa Fe, Venado Tuerto, El Carril, General Güemes, Salvador Mazza, Aguaray y El Quebrachal.
En su momento, la Ministra de Seguridad del gobierno federal, señora Patricia Bullrich, dijo que Gerónimo formaba parte de la banda de narcotraficantes. Según la funcionaria, el exconcejal “viajaba en la camioneta que iba por delante del camión que transportaba la droga”. Al parecer, la misión de Gerónimo en la caravana consistía en utilizar su influencia política en algún control de Gendarmería sobre la ruta y tratar de evitar que los vehículos fuesen registrados.