
La condenada, que no ingresará efectivamente en prisión pero que no podrá ocupar ningún cargo público de por vida, fue hallada culpable de un delito de malversación de fondos públicos.
Como condición para no ingresar efectivamente en la cárcel, el señor Armiñana ha impuesto a la mujer condenada unas determinadas reglas de conducta.
Barnes, quien era directora de una escuela especial de la ciudad de Rosario de Lerma, fue denunciada por el desvío de fondos provenientes del Ministerio de Educación para el programa Copa de Leche y otro dinero que estaba destinado al mantenimiento de la escuela que dirigía.