
El que lo ha vuelto a la tierra ha sido el juez salteño Ángel Amadeo Longarte, integrante de la Sala II del Tribunal de Juicio, pues tras la captura del hombre en Buenos Aires, lo ha juzgado y condenado en juicio abreviado.
Sobre el condenado -que es físico, profesor e investigador- ha recaído una pena de tres años de prisión condicional, por un delito delito de suministro de material pornográfico a menores de catorce años.
En atención a la cuantía de la pena, el hombre no ingresará en prisión, lo cual en realidad es una lástima para la ciencia, ya que si por algo destaca Villa Las Rosas es por la abundancia de objetos voladores no identificados que pueblan el cielo de la barriada, especialmente durante las lluviosas noches de verano.
A cambio de no ingresar en la prisión, el hombre deberá -por orden de Longarte- someterse a las siguientes reglas de conductas por el tiempo que dure su condena: constituir domicilio y someterse al control del programa de supervisión de presos y liberados de Salta; alejarse de la víctima y no entrar en contacto con ella por cualquier vía (física, telefónica, Whatsapp, mensajes de texto, redes sociales, etc.); abstenerse de consumir estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas, someterse a tratamiento médico o psicológico previo informe que acredite su necesidad y eficacia, presentarse cada 60 días ante la comisaría más próxima a su domicilio.
Según el portavoz de prensa del Poder Judicial salteño, el condenado es tío de la menor damnificada, que al momento del hecho tenía 7 años de edad. La denuncia contra el avieso tío fue presentada por los padres de la niña en noviembre de 2009.
Los datos genéticos del ovniólogo serán almacenados en el banco de datos genéticos, previa asignación del DUIG, ya que sin este requisito ningún registro de ADN es válido ni útil.
La conclusión del proceso conlleva el fin de los efectos de la declaración de rebeldía y la orden de captura dictada en su momento contra el ahora condenado por el ya extinguido Juzgado de Instrucción Formal de Cuarta Nominación.
Recuerda el portavoz judicial que el condenado venía eludiendo la acción de la justicia desde 2012. Por aquella fecha, el hombre se trasladó a vivir a la Provincia de Buenos Aires. Allí, en la localidad de San Pedro, conducía un programa de televisión, en un canal de cable, sobre el fenómeno de los ovnis. En el ciclo se presentaba con su nombre y apellido real. En 2018 llegó incluso a participar como conferencista en el XX Congreso Internacional de Ovnilogía, celebrado en la localidad de Capilla del Monte. También figuraba como monotributista, con su nombre verdadero.
Aunque con siete años de retraso (como si en vez de trasladarse a San Pedro se hubiera ido a vivir a Urano), el hombre fue finalmente detenido en su domicilio, lo que ocurrió el pasado día 6 de marzo. Inmediatamente, la Sala II del Tribunal de Juicio de Salta solicitó el traslado del hombre a la jurisdicción requirente, y en un tiempo récord procedió a juzgarlo y condenarlo.