Se pospone al menos una semana la fecha de lectura de la sentencia del caso Bouvier-Moumni

El portavoz de prensa del Poder Judicial de Salta ha confirmado a primera hora de esta mañana que la fecha de la lectura de la sentencia del juicio que se celebra en esta ciudad por la violación y asesinato de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni se pospondrá «estimativamente»  hasta el próximo día 23 de mayo. La fecha prevista inicialmente por el tribunal para este acto procesal era la del 16 de mayo.

La prolongación del proceso era un hecho que los diferentes medios y analistas daban por descontado, habida cuenta de la complejidad de la actividad probatoria desarrollada hasta ahora y al hecho de que el tribunal no ha podido establecer con un grado razonable y aceptable de certeza la verdad de los hechos en torno a la muerte violenta de las víctimas.

Para mañana a las 9 de la mañana, hora argentina (14 horas de Madrid) está señalada la declaración testifical por vídeo conferencia de la propietaria del Hostal del Cerro, María Rosa Gómez Mollet, quien comparecerá a tales efectos en el Juzgado de Instrucción Nº 51, ubicado en la Plaza de Castilla de Madrid. Se aguarda con inusitada expectativa la declaración de la mujer, española de origen, que abandonó Salta poco después del hallazgo de los cadáveres de Bouvier y Moumni en la Quebrada de San Lorenzo.

Los jueces que integran el tribunal (Ángel Longarte, Carlos H. Pucheta y Bernardo Ruiz) aún no han conseguir armar el complejo rompecabezas de la verdad y todo indica que el juicio no dejará cerrado el caso. El padre de una de las víctimas, Jean-Michel Bouvier, ha instado al tribunal a evitar un error judicial, que a su juicio se produciría si se declara culpable al jardinero Santos Vera (Tolabita) y al recientemente apuñalado Daniel Vilte Laxi, sobre quienes solo pesa el testimonio incriminador de Gustavo Orlando Lasi, autor confeso de las violaciones.

No obstante, el juicio ha conseguido establecer una verdad prácticamente incontrovertible: la de la extremada debilidad de la instrucción del juez Martín Pérez y los gruesos errores policiales, que incluyen la deficiente custodia de pruebas esenciales y desvíos de la investigación.