
No son todos los que están ni están todos los que son, de modo que el negro capítulo de la historia de Salta inaugurado con el asesinato de la joven Andrea Edith Neri en el interior de una cárcel del gobierno provincial no se cerrará sino que quedará abierto con un gran interrogante: «¿Debió sentarse en el banquillo de los acusados algún miembro del gobierno?».
La culpa de esta ausencia no es del gobierno sino de los que instruyeron el sumario penal del que derivó la acusación contra el ejecutor material de la puñalada y cinco agentes penitenciarios de baja graduación y salvó la ropa de la línea que comienza en el director del Servicio Penitenciario y termina en la entonces Ministra de Derechos Humanos y Justicia.
Gracias a esta visión recortada de la justicia, quienes se sentarán como acusados en el juicio serán el preso Gabriel Roberto Herrera, alias Chirete (38), los agentes penitenciarios Juan Carlos Gutiérrez (49), José Luis Ávalos (45), Fernando Daniel Velásquez (48), Héctor Augusto Franco y Nelson Alexander Cardozo (32).
El primero está acusado de un delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por el género; los cuatro siguientes por un delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público y el último de un delito de abandono de persona seguido de muerte.
El portavoz de prensa del Poder Judicial salteño ha confirmado que el juicio comenzará a verse el día 19 de marzo próximo en la sala de grandes juicios de la Ciudad Judicial de Salta y se extenderá, tras la pausa impuesta por la Semana Santa, hasta el día 5 de abril.
Los jueces que integrarán el tribunal juzgador son los señores Guillermo Pereyra, Mónica Mukdsi y José Luis Riera.
Andrea Neri fue muerta en el interior de una celda de la cárcel de Villa Las Rosas el 5 de enero de 2017, cuando había acudido a efectuar una visita conyugal al preso Chirete Herrera, convicto por haber matado a su anterior mujer, también dentro de la cárcel. La joven mujer, con la tolerancia de los agentes penitenciarios, había acudido a la cita acompañada de su hija de pocos meses de edad.
Chirete Herrera purga una condena a prisión perpetua por haber matado a Verónica Soledad Castro. La sentencia data del año 2006.
Gutiérrez, al momento del hecho, se desempeñaba como director de la Unidad Carcelaria Nº 1 de Villa Las Rosas; Ávalos cumplía funciones como jefe del departamento de tratamiento y vigilancia; Franco era jefe de pabellón y Velázquez era subjefe de departamento.
Por su parte, Cardozo se desempeñaba como celador del pabellón en donde sucedió el hecho y tenía -según el portavoz judicial- la obligación de custodiar y resguardar la integridad física de los internos y sus visitas. Además, habría sido alertado sobre la agresión que Neri estaba sufriendo.