
Un hombre de 56 años, llamado Carlos Enrique Martínez, ha sido enviado a prisión por la jueza María del Milagro López, integrante de la Quinta Sala del Tribunal de Juicio de Salta, quien lo juzgó y lo declaró culpable de varios delitos de abuso sexual, algunos con penetración y otros «gravemente ultrajantes» contra dos menores de edad, hermanas entre sí.
Martínez había sido denunciado por el padre de ambas víctimas el pasado 23 de agosto de 2015. El hombre contó que el ahora condenado trabajaba como albañil en su domicilio desde hacía unos ocho años.
Al advertir el comportamiento extraño de una de sus hijas, el padre denunciante decidió enviarla a una psicóloga, que tras examinar a la menor determinó que había sido objeto de abusos sexuales, aunque la menor no reveló entonces la identidad del autor de los hechos.
Más tarde, la adolescente confesó a su padre que cuando tenía doce años, el condenado había abusado de ella en varias oportunidades. Posteriormente, la otra hija del denunciante contó también el el albañil solía someterla a tocamientos.
Según el portavoz de prensa del Poder Judicial salteño, las jóvenes se animaron a contar lo sucedido porque el condenado las amenazaba con hacerles lo mismo a su madre y a sus otras hermanas.