
No contento con esta hazaña, Mamaní y su amigo Manyín Heredia (aka Darío Ramón Heredia, 36 años) se metieron en un comercio del barrio Obrero de la misma ciudad, pero no antes de romper el techo de chapa y de arrancar algunos ladrillos de la pared. Allí se apoderaron de dos balanzas y de otros elementos que se hallaban a la venta en este establecimiento.
A juzgar por las características del material robado (una cortadora de fiambre y dos balanzas) no se descarta que los hábiles efractores güemenses se propusieran montar por su cuenta un almacén, aunque con maquinaria malhabida.
Como consecuencia de estas acciones criminales, tanto el Negro como Manyín serán sometidos a juicio. Así lo ha ordenado el magistrado señor Guillermo Pereyra, de la Sala VI del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta.
Los escaladores serán juzgados por dos presuntos delitos de robo con efracción. En caso de resultar absueltos, se ha podido conocer muy extraoficialmente que ambos acusados han planeado romper los techos de la biblioteca popular de la localidad para robar un diccionario y enterarse así de lo que significa el vocablo «efracción».
Fuente: Poder Judicial de Salta